MENTORING: LA NUEVA HERRAMIENTA DE GESTIÓN

MENTORING: LA NUEVA HERRAMIENTA DE GESTIÓN

Hoy en día el mentoring se esta convirtiendo en el nuevo hito de la gestión de personas y en este breve articulo definiremos paso a paso su concepto y procesos. Por ello comenzaremos por decir que el mentoring es una práctica mediante la cual una persona facilita el desarrollo de otra a través del intercambio de sus propios recursos, conocimientos, valores, habilidades, perspectivas, actitudes y competencias.

Este proceso permite al mentorizado o aprendiz a desarrollar habilidades y conocimientos que le ayudarán a alcanzar las metas que él mismo defina. Por otro lado el mentor desarrolla nuevas perspectivas, se hace de nuevas preguntas, conoce otras inquietudes y amplia su visión personal y profesional. Es decir el mentoring es un acto de concomimiento reciproco, donde el que enseña aprende y el que aprende induce a la reflexión al que enseña, creando un circulo único y virtuoso de aprendizaje.

RAZONES PARA APLICAR MENTORING.

Las motivaciones individuales para aplicar el mentoring son muy diferentes, entre las más comunes suelen ser:

Los mentores:

• Compartir conocimientos con otros empresarios o profesionales con menos experiencia.

• Demostrar su capacidad de liderazgo.

• Ampliar su red de contactos.

• Invertir en el futuro de la sociedad.

• Obtener una perspectiva nueva de otras empresas o del sector.

• Mejorar la experiencia en sus áreas de especialización.

• Consolidar su papel como experto en la materia.

Los mentorizados:

• Aprender a gestionar una empresa recién creada.

• Mejorar áreas particulares de su carrera o negocio.

• Explorar sus posibilidades en áreas de desarrollo aún no exploradas. • Hacer valiosos contactos dentro del mercado.

• Aumentar oportunidades de crecimiento empresarial y profesional. • Mejorar sus conocimientos en áreas concretas.

BENEFICIOS DEL MENTORING

El mentoring es una práctica que aporta valor tanto a los mentorizados como a los mentores. Los mentorizados tienen la oportunidad de adquirir la sabiduría de alguien que ha hecho el camino antes que ellos. Los mentores tienen la oportunidad de invertir en alguien que busca lo que pueden ofrecer.

COACHING VS MENTORING

Ambos conceptos comparten espacio y tienen técnicas y procesos en común. En muchas ocasiones un coach puede actuar como mentor con sus coachees y de la misma forma el mentor puede actuar puntualmente como un coach. Sin embargo, también existen puntos que los diferencian:

Enfoque: El coaching suele estar centrado en la consecución de resultados para tareas concretas como por ejemplo una gestión de equipos más efectiva, hablar en público con mayor solvencia o potenciar el pensamiento estratégico. El mentoring en cambio pone el foco en la relación que se genera entre mentor y alumno, y sus objetivos trascienden lo meramente laboral, buscando metas como el equilibrio entre la vida personal y laboral, la auto confianza del individuo, o la influencia de aspectos personales en lo profesional. Interviene como consejero aportando a quien aconseja sus propios puntos de vista basados en su experiencia y opinión. Un mentor es además un ejemplo o un modelo de quien aprender en diferentes situaciones reales.

Tiempos: El coaching suele implicar una relación en el corto plazo entre el entrenador y el alumno. En ocasiones, con pocas sesiones se consiguen los resultados y finaliza la relación. El mentoring necesita de relaciones duraderas en el tiempo, que generen el clima de confianza necesario para que el individuo comparta con su mentor sus preocupaciones y dudas.

Objetivos: Cuando hablamos de coaching, normalmente se piensa en resultados inmediatos a corto o medio plazo, y en el entorno laboral actual del coachee. El mentoring en cambio está más centrado en el desarrollo personal del individuo, para su trabajo actual o para los trabajos que pueda desempeñar en el futuro. Un mentor desempeña más roles que un coach. Son papeles en los que remite la fuerza del coach mientras que la función del mentor aparece con toda su intensidad.

LOS TRES ÁMBITOS DE TRABAJO DEL MENTORING:

Ontológico. Al iniciar la relación es bueno hacer una reflexión estratégica y de contexto. Preguntarse de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. Resulta útil revisar el plan estratégico, analizar fortalezas, explorar debilidades e investigar oportunidades.

Conocimientos. El mentorizado puede necesitar explorar áreas muy diferentes. El mentor no tiene porque ser un experto en todas. Puede hacer la función de señalador y ayudar a tener acceso a otros especialistas. Las temáticas son muy variadas: finanzas, comunicación de empresa, nuevas tecnologías, marketing, laboral, ventas, protección datos, marcas, política de personal, financiación entre otras.

Habilidades humanas. El mentoring es un acuerdo entre personas. El mentor trabajará con su emprendedor aspectos relacionados con el liderazgo, trabajo en equipo, gestión de personas, comunicación.

ACUERDO DE MENTORING

Para comenzar un proceso de mentoring es fundamental entablar una relación de confianza y compromiso. Por ello este documento se hace necesario porque marca el punto de partida del proceso. En él se abordan aspectos importantes como la confidencialidad, las obligaciones, compromisos y expectativas de los participantes.

Cuando se suscribe un documento firmado, significa que se pacta un compromiso que obliga a respetar lo acordado entre ambas partes. La misión de un mentor es trabajar con su mentorizado para desarrollar estrategias que le permitan expandir su talento, mejorar sus habilidades y adquirir nuevos conocimientos. He aquí algunas sugerencias como punto de partida para lograrlo:

Puedes buscar conexiones de aprendizaje. Sin duda alguna las relaciones de mentoring que más valor generan para el mentorizado son aquéllas en las que existe una correlación explicita entre la experiencia del mentor, las habilidades y los conocimientos que aporta y las metas de aprendizaje que establece el propio mentorizado. Es por tanto clave en este punto de partida que las dos partes dediquen suficiente tiempo a discutir los objetivos que se pretenden alcanzar, explorando lo que puede aportar el mentor a ellos y si serán necesarios recursos adicionales.

Identificar talentos asimilados y no reconocidos. Muchas personas no llegan a ser conscientes de su talento y del alcance de sus fortalezas. El mentor ha de ser capaz de buscar esos patrones positivos asimilados y no reconocidos por el mentorizado que le han permitido tener éxito en su carrera. Muchas veces ayudar a que una persona se dé cuenta de sus propias fortalezas, que por tenerlas totalmente asimiladas las percibe como algo común o sin importancia, puede ser una de las principales aportaciones para su crecimiento personal.

Priorizar el desarrollo de habilidades. La labor del mentor consiste en ayudar al mentorizado a priorizar las áreas de trabajo, darse cuenta de que es lo verdaderamente importante. Es clave establecer al menos dos objetivos concretos de aprendizaje.

Hacer un plan de aprendizaje. Este es el verdadero punto de partida de la relación y por eso sugerimos al mentorizado, antes de iniciar los contactos con su mentor, comenzar a elaborar su propio plan de acción de desarrollo o aprendizaje. De nada sirve comenzar a caminar juntos si no sabemos a dónde queremos llegar.

La mejor manera de abordar la adquisición de habilidades complejas es desagregándolas en pequeños hitos y objetivos de aprendizaje. El mentor puede llegar a desempeñar en este ámbito un papel crítico, ayudando a su mentorizado a identificar actividades conjuntas que puedan acelerar los logros pretendidos.

HABILIDADES QUE UN MENTOR DEBE TENER.

Para ser un buen mentor se debe:

• Estar disponible. Al menos una vez al mes.

• Ser paciente. Las personas aprenden a diferentes ritmos.

• Ser diplomático. El tacto y la diplomacia son de vital importancia. Seamos leales y no traicionemos las confidencias que lleguen a hacernos.

• Ser respetuoso. Todos somos diferentes. El mentor respeta las diferencias con el mentorizado.

• Ser flexible. No todo sucede como se planea. Sabe adaptarse a las diferentes situaciones y también aceptar el hecho de que el mentorizado a quien ayuda puede tomar una decisión con la cual puede estar en desacuerdo.

• Tener seguridad en sí mismo, autosuficiente y amistoso.

• Saber escuchar. A menudo, sólo escuchar, sin hacer comentarios, puede ser de gran ayuda para que el otro defina su propio problema y lo resuelva.

• Tener un verdadero deseo de ayuda.



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