Necesitamos cambiar.
Cuando la empresa debe reinventarse para no caer en el decrecimiento.
Y se convierte en un problema, cuando la lógica debe convertirse en uno de nuestros principales recursos y no lo entendemos así.
Y creemos que nuestro producto siempre será el mejor y no saldrá a hacernos frente competencia alguna o que el mercado siempre necesitará de lo que hacemos.
El proceso de cambio abarca todas las acciones de un nuevo plan dirigidas a ayudar a la organización para que adopte nuevos procesos y nuevas formas de hacer negocios. Esto permite la transformación y reorientar a los colaboradores a esta nueva forma de llevar las cosas con la finalidad de lograr los objetivos y asegurar el buen desempeño.
La resistencia al cambio lo único que logra es retraso y decrecimiento tanto en las operaciones como en el resultado. Lo más asombroso es que se ven este tipo de actitudes en empresas prestigiosas y que atienden clientes masivamente, en el que se nota cuando las cosas no funcionan bien.
Ratones en restaurantes conocidos, suciedad, bichos, mala atención, mal producto, falta de mercadeo ideal, son algunos de los grandes errores de las cadenas retail de comida rápida por ejemplo.
La percepción y dirección del cambio es urgente. Y requiere que los gerentes generales no estén sentados sino se involucren en el negocio. No tomemos los negocios como sólo financieros. Si bien es cierto los negocios están hechos para dejar ganancias, pues la base no es esa, sino dar para recibir.
Tengamos una visión clara , convicción y sobretodo la proactividad para trabajar en plazos. Pero al frente debemos tener un líder ideal que dirija pero también sea parte del todo.
Olvidemos los títulos! la gente con experiencia y con predisposición es más valiosa!
A cambiar, que el negocio también aporta al país!