Nunca dudes de ti mismo

Hace años me ocurrió algo que al principio me hundió y me hizo sentir inferior, pero más tarde la vida me dio una lección que siempre he agradecido porque me hizo ver que has de confiar en tus capacidades y escuchar críticas pero manteniendo tu postura. En agosto del 2012 escribí un breve relato que explicaba el triste final que sufren algunos galgos cuando se acaba la temporada de caza. Estaba tan orgullosa de ese escrito, que aprovechando mis vacaciones de verano, fui al registro intelectual para registrar esa historia emotiva. Por esas mismas fechas, coincidí en una cafetería con una mujer amiga de mi familia, septuagenaria que como yo era gran amante de los libros y de escribir y me solicitó que le dejara leer el relato. Yo accedí encantada y me dijo que lo leería y me lo valoraría. Al día siguiente me la encontré y me dijo unas palabras hirientes, me destripó el relato como si fuera una bazofia, no encontró nada positivo y ella que había sido profesora, me recordó momentos de mi infancia donde más de una profesora borró mi creatividad con una bofetada. Quedé tan conmocionada por sus palabras negativas, que incluso le cogí manía al relato, no podía ni leerlo, llegué a pensar que realmente era pobre en estilo, en narrativa y expresión. Ya me había olvidado del relato, cuando en enero del 2013 me llegó por correo la notificación de que mi escrito había sido correctamente registrado. Hacía años que escribía en una web para escritores noveles, donde yo colgaba habitualmente relatos. El 24 de enero se me ocurrió poner el relato de los galgos en esa web y lo que ocurrió fue asombroso. La gente empezó a felicitarme, a ponerme la máxima puntuación, y yo no me lo podía creer. Pero la guinda en el pastel fue cuando mi relato fue elegido como uno de los tres mejores relatos del mes y lo pusieron destacado en febrero. Teniendo en cuenta que cada día se colgaban un mínimo de 20 relatos, saber que el mío había sido escogido entre más de 600 o quizás 1000 relatos en un mes, fue el mejor reconocimiento y premio que me podían dar. Y desde entonces la gente puede opinar, puede criticar y valorar pero solamente tú mismo/misma sabes cuando algo es bueno. Gracias por leerme.