Rusia 2018: Mundial de Futbol, Mundial de Gestion de RR.HH.?

Enfocarse en el objetivo común, pensar estrategias en conjunto, jugar en equipo. Existen muchas herramientas que las empresas pueden tomar del deporte a la hora de transitar una gestión exitosa. Este año tenemos el Mundial de Futbol a la vuelta de la esquina y en ese sentido creo que algunos conceptos se aplican a la perfección en la gestión de equipos de alta performance corporativa.

Hinchas, jugadores, entrenadores y patrocinadores comenzaron a transitar la última etapa previa al evento deportivo mas importante del año.

Entrenamiento, táctica, estudio de rivales, estrategia son algunas de las cosas que los equipos ya están analizando; pero si vemos esto desde una perspectiva del dia a dia de nuestras compañías; hay algunas cosas que no deberíamos dejar pasar por alto en nuestra gestión de RRHH.

Orgullo de pertenencia

Cuando hablamos de nuestra selección de fútbol es innegable que todos sentimos un nivel alto de pertenencia y de orgullo por los colores de nuestra camiseta; cuantas veces nos encontramos con gente que no le gusta el fútbol pero a la hora de la pregunta de que equipo sos hincha? La respuesta es clara: De la selección!. No importa cuántas veces haya perdido nuestro equipo, en cada nuevo encuentro se renueva la ilusión y todos se desviven por la victoria.

Muchas veces, los entrenadores apelan a este sentido de pertenencia para lograr una sensibilidad mayor por parte de los jugadores que se traduce en un esfuerzo y compromiso más grande dentro de la cancha.

Cuando ponemos nuestra mirada en la empresa, debemos tener en cuenta que muchas veces, la creación de una cultura corporativa no es suficiente. La transmisión se debe producir a través de ejecutivos alineados, y con la motivación y capacidad de traspasar estos valores en cada equipo de trabajo. 

Si nos enfocamos en encontrar un “propósito” de compañía, algo inspirador que haga que cada empleado se levante feliz todas las mañanas porque cree en ese objetivo, vamos a ver que la productividad se va a disparar a niveles exponenciales

Gestión del liderazgo

En los equipos de fútbol conviven múltiples liderazgos dentro y fuera de la cancha. Son procesos que se van dando a medida que el equipo se consolida. Permitir y fomentar estos liderazgos es clave para que haya un aporte heterogéneo, siempre que sean compatibles con el fin común. Estos liderazgos no debilitan la autoridad del entrenador, sino que favorecen la armonía, la integración y el bienestar del grupo. Ser jefe no implica ser Líder. 

En una empresa, es importante poder detectar estos liderazgos y ponerlos en favor del fin de ese propósito que buscamos generar en el item anterior. Favorecer relaciones humanas armónicas y líderes positivos es parte de lo que un gestor de RRHH debe reconocer y fomentar en un equipo.

Disciplina y principio de autoridad

En un equipo de fútbol, el entrenador debe detectar y resolver los conflictos. La armonía es el valor más preciado para extraer el máximo rendimiento de un equipo. Mantener la disciplina es un requerimiento de convivencia, que debe ser razonable y razonado, visto desde el respeto al colectivo.

Lo mismo sucede en una empresa. No se puede utilizar el principio de autoridad para cada incidente. Habrá que saber distinguir en que casos habrá que ser más flexible y en cuáles no. 

El camino aprendido

Cada etapa de trabajo es importante cuando hablamos tanto de fútbol como de gestión empresarial. Ninguna parte del trabajo ni miembro del equipo es muy chico o poco importante a la hora de obtener resultados. El compromiso durante el entrenamiento, las charlas tácticas, la concentración, son igual de importantes que cada partido. Entender e involucrarse con todo el proceso, harán del resultado final uno más sólido, y seguramente, más exitoso.

Lo mismo sucede en las empresas cuando construimos un camino hacia el fin común. Todos los jugadores son fundamentales y ninguna parte del camino es menos importante que la otra. 

Con estas herramientas y una mirada fresca y dinámica nuestro equipo estará listo para comerse la cancha. ¡A ganar el partido!