Compensar para equilibrar

En el pasado encuentro enmarcado en el ciclo de charlas recibimos a Gabriela Pallares , arquitecta, investigadora y comunicadora en áreas de tendencias, innovación e industrias creativas. Además de tener su estudio independiente de arquitectura es la fundadora y creadora de las plataformas Design Cities y Ministerio de Diseño.

Esta última sirve como medio de difusión y marketing de muchas disciplinas como lo son el diseño, la movilidad, el arte y la tecnología entre otras, y sus articular manifiestan cómo se entrecruzan las disciplinas e incorporan la innovación.

De esta forma su charla se basó en un recorrido por diversas disciplinas o temáticas que son una mezcla de su formación, sus intereses y sus plataformas. A continuación, les compartiré 4 ejes de la charla cuyas temáticas y ejemplos me parecieron especialmente interesantes, y que giran en torno a cómo compensar o equilibrar nuestras acciones para y con el resto y el planeta en el que vivimos.

Nuevo concepto de economía 

El donut o dona es la imagen que eligió la economista inglesa Kate Raworth para explicar hacia dónde debe avanzar la humanidad y por ende la economía.

La conocida economía del donut, plantea una nueva mirada o forma de medir el éxito financiero de los países o empresas, no sólo en función de valores o números sino también de acciones y de la huella que dejamos en el planeta, combinando así el factor social y sostenible.

Fuente: BBVA

Para entender dicho esquema debemos pensar la dona como dos círculos concéntricos. El borde externo es el techo ecológico o límites medioambientales, el borde interno es fundamento social, en el cual se ubican los requisitos básicos para el bienestar humano; y el espacio intermedio es dónde todas las empresas deberían estar ubicadas, un lugar “ecológicamente seguro y socialmente justo”.

La base esta en no traspasar los límites o fronteras, afectando negativamente la calidad de vida de las personas o los factores ambientales; de hacerlo la medida de éxito de una empresa se vuelve difusa y la misma pierde valor. Las empresas B son empresas certificadas, es decir, que se corroboró que no impactan en los factores de la dona.

El eje central de esta mirada está en tener como prioridad cómo devolver o retribuir lo que tomó de la sociedad y del planeta, para luego si preocuparme por temas económicos o financieros. Como bien nos hacía reflexionar Gabriela, ya nada es tan blanco o negro, hay muchos factores que se mezclan para realizar la evaluación de éxito de las diferentes empresas.

Sostenibilidad o sustentabilidad

En la cumbre G7 del año 2019, 32 marcas de lujo internacionales firmaron el acuerdo The Fashion Pact con el fin de reducir el impacto ambiental de la industria de la moda para el año 2050. Los tres objetivos de dicho acuerdo fueron: frenar el calentamiento global, restaurar la biodiversidad de ecosistemas y proteger especies de plantas y animales; y disminuir gradualmente el uso de plásticos para proteger los océanos.

Así como lo hicieron estas empresas, muchas otras tratan de marcar una fecha, por ejemplo, el año 2030 o 2050, como plazo para tomar acción e intentar disminuir la huella de carbono. La realidad es que muchas veces no llegan a cumplir con dicho plazo y lo intentan compensar de otra forma, por ejemplo, invirtiendo en empresas o startups que sí estén comprometidas con el cuidado ambiental, para por lo menos equilibrar las emisiones.

Por otro lado, existen abordajes a los mismos problemas desde otras disciplinas. La firma francesa de Vincent Callebaut Architectures propuso su visión de una Smart City para el año 2050, la cual está integrada en el Plan Energético Climático de París.

Dicho proyecto trata de vincular la ciudad y el campo, inyectando de naturaleza. el casco antiguo de la ciudad, al mismo tiempo que resuelve diversos problemas de vivienda y densidad poblacional.

Si bien es una idea súper compleja, son estas acciones o ideas extremas las que traccionan o impulsan decisiones o medidas más pequeñas como incorporación de ciclovías o sendas peatonales en el centro de la ciudad.

Dentro del ámbito arquitectónico y urbanístico, se puede destacar Copenhill, el edificio del año 2017 ubicado en Copenhague. 

Fuente: UBM Corporate

El mismo supo ser una central de procesamiento de residuos que ahora se convirtió en un punto de atracción turística central en la ciudad. La central fue envuelta en una suerte de montaña, la cual cuenta con una pista de esquí y de snowboard de césped artificial, así como una ruta de senderismo y un muro de escalada.

Biofilia

Cada vez más personas reconocen que conectar o estar en contacto con la naturaleza es básico para todo ser humano.

Desde las grandes ciudades y sobre todo en los ámbitos laborales se intenta cada vez más generar esa conexión o vínculo de diversas formas.

Por un lado, se pueden generar muros verdes a grandes escalas, los cuales son mantenido por “The Flying Gardeners”, es decir  jardineros que se cuelgan para mantener la fauna y flores de los mismos.

A continuación les comparto el corto creado por Stefano Boeri y realizado por Blink Fish sobre “The Flying Gardeners”.

Por otro lado, existe también el movimiento orgánico Farm to Table. El mismo consiste en contar con huertas y cultivos propios en el mismo lugar, espacio o terraza que una oficina o restaurante. Por citar un ejemplo, el edificio Pasona Building, cuenta con paredes y espacios interiores con cultivos orgánicos para que todos los funcionarios puedan recolectar las verduras que quieran, para luego llevarlos a la cocina a que les preparen el almuerzo con ellos. También se pueden llevar plantas, flores, semillas, entre otros.

Fuente: Doble Altura Deco

Por último, es importante destacar el proyecto BioScraper, un concepto innovador que permite a la arquitectura ser agente de cambio en objetivos de sostenibilidad. 

En dicho proyecto l creatividad, la sustentabilidad y la biotecnología se combinaron para dar lugar al “diseño de un concepto de edificio de usos mixtos que incorporara en su estructura, tecnologías, terminaciones e instalaciones, todo ese universo relacionado a bioenergías".

Esto nos sirve como muestra de que muchas veces, las grande ideas no nacen solo de pensar o inspirarse en otros temas, sino también de estar en contacto y colaborar con personas de otras disciplinas para lograr la fusión. Como nos compartió Gabriela, para generar disrupción hay que estar fuera de nuestra área de confort.

Pueden leer más sobre el tema en el artículo de Ministerio de Diseño.

Preservación edilicia reformulada

¿Construir, restaurar o conservar?

Si pensamos en practicidad, es mucho más fácil construir desde cero. Si pensamos en sustentabilidad, los edificios más sustentables son los que ya existen. Si pensamos en ecología, los edificios más ecológicos son los que no existen. Pero si dejamos eso de lado y pensamos en identidad, la restauración o adaptación de vestigios de algunas construcciones antiguas tienen mucho más valor e identidad.

Con estas premisas en mente, Gabriela nos compartió diferentes proyectos que buscan reinventar, revalorizar o revivir algunos espacios o construcciones a lo largo del mundo.

Coal Drops Yard era una central de distribución de carbón de Londres, que se reformuló con paisajismo, iluminación y locales para transformarse en un centro comercial ubicado en el corazón de King's Cross.

Fuente: CN Traveller

London Mithraeum era un templo romano oculto debajo del edificio Bloomberg, que se restauró para dar lugar a una experiencia real que a través de tecnología muy avanzada como rayos, hologramas, olores y sonidos, cuenta la historia de lo que sucedía allí.

Fuente: Metalocus

Reflexiones

A modo de breve reflexión y para complementar el desarrollo ya realizado a lo largo del artículo, es bueno quedar con el siguiente cuestionamiento. No todo hay que mirarlo desde el lado obvio, ni desde nuestra posición. Existe siempre una oportunidad para mirarlo de otra forma; puede ser desde nuestra persona o al juntarnos con gente que lo vea de otra forma, pudiendo así aportar algo nuevo y diferente.