Haciendo el proyecto de tu fundación sostenible
imágenes cortesía de @fundaciónverdeprofundo / @fundaciónMaguá - Proyecto Boca Chica

Haciendo el proyecto de tu fundación sostenible

Ser una organización sin fines de lucrar no significa que debas resignarte a la miseria o a vivir en los límites humanos de la subsistencia y durante muchos años he visto como profesionales y científicos dedicados a causas ambientales y sociales agonizan dejando en su entrega a la humanidad su propia vida.

Proyectos de gran significado que presentan soluciones reales a cuestiones medio-ambientales, de conservación, de rescate social y humano, mueren al no lograr alcanzar los recursos para su sostenimiento. ¿Qué sentido tiene entonces el sacrificio si al final no se logra el objetivo?. Como consultora de mercadeo y comunicación para muchos proyectos de este tipo, he encontrado un inmenso potencial de negocios disperso el cual una vez organizado se vuelve atractivo para los sectores que lideran la economía.

El principio de la sostenibilidad indica que un proyecto debe lograr satisfacer sus objetivos garantizando al mismo tiempo un equilibrio entre el crecimiento económico, el medio ambiente y el bienestar social. Fácil de decir y difícil de lograr sobre todo para los proyectos que nacen desde las grandes corporaciones y grupos empresariales ya que no cuentan con el chip integrado de la entrega solidaria el cual si tienen bien activo las organizaciones sin fines de lucro.

Tampoco es tarea fácil desde el gobierno garantizar una implementación a largo plazo de proyectos sociales o ambientales sostenibles que escapen de la periodicidad electoral de nuestro staff gubernamental.

Luego de años trabajando para conseguir apoyo para diferentes causas, encontré un proceso integrador que ha dado excelentes resultados y el cual comparto esperando que sea de utilidad. Le llamo la mesa de los proyectos sostenibles y tiene 4 patas interconectadas entre si desde la mirada del marketing: la fundación, la comunidad, el gobierno y la empresa privada.

Hay cuatro conexiones rotas que se requieren restablecer: la fundación posee el know how académico-científico para la implementación operacional, pero no posee los fondos o conexiones necesarias para gestionarlos. La comunidad tiene un problema para el cual no posee los recursos intelectuales o económicos para solucionar. El Gobierno posee recursos pero los mismos se agotan en la multiplicidad de frentes de acción abiertos. Y finalmente la empresa privada posee los fondos y la voluntad pero no puede comprometer una estructura a un proyecto saliendo de su foco de negocios. Enlazarlos los 4 es lo que garantiza el éxito.

Es la fundación la que debe empezar concibiendo su proyecto desde la mirada de la empresa privada y lograr responder estas preguntas estratégicas: ¿Qué es importante para la empresa? ¿En cuáles de sus objetivos empresariales puedo encajar? ¿Qué plataformas afines a mi proyecto tiene en marcha actualmente?. Hoy día los donativos son cada vez más escasos pues han sido sustituidos por la creación de valor compartido. Un enfoque donde cada peso otorgado debe producir un retorno tangible o intangible para la empresa.

Luego de responder estas preguntas, la fundación debe pasar a estructurar un marco operativo segmentado por áreas y etapas que cuente con un involucramiento de estos 4 sectores logrando que los mismos se sientan parte y puedan todos beneficiarse de los logros que se obtengan. El win-win-win-win que es necesario para ser sostenibles.









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