Mañana, las ratas*

La ciudad de Nueva York acaba de organizar una Cumbre Nacional sobre Ratas Urbanas. Su alcalde le ha declarado la guerra a las ratas desde que asumió el cargo, las considera un problema de salud pública que se debe de enfrentar y convoco a expertos de todo su país a intercambiar ideas.

Las ratas, a lo largo de la historia, han estado involucradas en hechos catastróficos. Durante la edad media, fueron transmisores -a través de sus pulgas infectadas- de la zoonosis conocida como peste negra o bubónica, la pandemia mas fatal registrada en la humanidad. En ese momento la población europea fue diezmada entre un 30 a 60%.

A comienzos del siglo XX se origina en Lima un brote de peste bubónica. En abril de 1903 ingresa un barco con mercadería proveniente de Asia. A pesar de encontrar evidencias en el molino dónde termino la mercadería, no se tomó ninguna previsión. Días después se reporta el primer muerto por la enfermedad, la cual fue diagnosticada como pulmonía.

La ciudad de Lima a inicios del siglo XX era un lugar ideal para las ratas. Dividida en cinco cuarteles con un deficitario sistema de tratamiento de residuos sólidos, presencia de muladares y el desagüe discurriendo en acequias abiertas por sus calles. Era frecuente el hacinamiento y la suciedad en los cuarteles menos favorecidos.

La ciudad entera fue afectada, aunque con mucho más énfasis en las zonas donde proliferaban los solares y callejones donde se tenía limitadas practicas higiénicas. Y por el contrario en el cuartel donde habitaban las familias de mayores recursos, fue el menos afectado. Hubo una relación directa entre la enfermedad y condiciones de vida.

Para abordar el problema en Lima, se constituye una Junta que implementa medidas prohibitivas respecto a tipos de construcción de las viviendas, modalidades de entierro, clausuras de lugares de aglomeración o con antecedentes de portadores. Dado que era común la automedicación, surgen muchos productos inocuos para curarse solos.

Incluso, para disminuir la arbitrariedad de algunas de las medidas, el municipio limeño empezó a pagar 5 soles por cada rata muerta o por denuncias sobre enfermos de peste. La medida dejo de aplicarse debido a la baja tasa de denuncias y la aparición de individuos inescrupulosos que implementaron criaderos de ratas para obtener beneficios.

Los conocimientos médicos no cambiaron mucho en las primeras décadas del siglo XX. Se sabia muy poco del tratamiento de la enfermedad. Se calcula hasta 42 mil casos de peste. No fue hasta la introducción mejores condiciones ambientales en 1920 que se redujo notablemente. Se pavimentaron calles, se instalaron desagües, sistemas de eliminación de basura, agua potable, refacción de puertos, etc.

Actualmente las principales ciudades a nivel mundial enfrentan una proliferación de roedores. Se toman medidas sencillas para evitar su alimentación y reproducción, se despliegan esfuerzos para exterminar a las ratas y otros vehículos de infección, a la par que se mejora la salubridad. 

Lima sigue creciendo, pronto habrá más de 12 millones de habitantes que requieren tratamiento de aguas, sistemas eficientes de gestión de residuos sólidos y mejores viviendas. No se evidencian esfuerzos por mitigar o modificar las condiciones sanitarias y de bioseguridad que facilitan la presencia de enfermedades. Hace mas de un siglo se destinaron recursos para modernizar las ciudades. Hoy se necesita un esfuerzo similar.

• La obra de José B. Adolph (1984) es un texto distópico que describe a una Lima en año 2034: megalópolis con 20 millones de habitantes, condiciones insalubres, hacinamiento, gobierno de corporaciones y la presencia de una mayoría de individuos residuales y marginales en contante insurrección, a los cuales se les conoce como ratas.