Resiliencia en las organizaciones: Reinventarse en la época del COVID-19

Es innegable que la mayoría de las organizaciones se ha visto afectada de gran manera, no solo financieramente, sino desde la perspectiva de la relación con sus stakeholders y sus peligros potenciales, expresada en la alta rotación de su personal, infraestructuras construidas sin criterio de seguridad y salud en el trabajo y un lanzamiento hacia un futuro incierto. En consecuencia, la crisis es en gran medida producto de una labor sin previsión y proyección de mediano y largo plazo.

Esto, sumado a una economía poco sostenible sirve como catalizador de extinción para cualquier emprendimiento, nos lleva a la necesidad de incorporar la resiliencia frente a desastres en las políticas y planes de gestión de riesgos; diseño de jornadas de trabajo; normas y protocolos de higiene. A partir de este enfoque, escenarios como el del COVID.19 pueden convertirse en una oportunidad para el cambio con mejoras.

Ha sido un agente externo a las mismas organizaciones que ha demostrado la vulnerabilidad de las mismas. De acuerdo a un estudio realizado por Peak Performance, menos del 10% de las organizaciones encuestadas han realizado pequeños ajustes a su estilo de trabajo y más del 60% va a tener que hacer grandes cambios en sus jornadas. Este artículo apunta a brindar las bases para establecer a la resiliencia como herramienta fundamental frente a cualquier crisis y como el área de Recursos Humanos puede ser un aliado estratégico. 

En el mundo empresarial, es muy importante contar con la Visión, Misión y Valores organizacionales, ya que permite transmitir objetivos e ideales de manera clara y concisa. Es aquí donde la resiliencia alude a una actitud tanto de las personas que la conforman como de las organizaciones en sí. Se pueden apreciar algunos ejemplos muy conocidos que decidieron reinventarse frente a grandes fracasos. Por un lado, Nintendo, empresa de videojuegos, que luego de estar fracasando en el sector de juguetearía y naipes, pasó a reinventarse y ser la gran compañía creadora de videojuegos como Mario Bros., la leyenda de Zelda, entre otros. Por otro lado, IBM, reconocida empresa multisectorial estadounidense que empezó en el mundo tecnológico con la venta de software and handware pero vio más rentable ampliar sus servicios a la consultoría tecnológica. Finalmente, la cafetería nacional San Antonio, que luego de más de 50 años decidió dejar de lado su modelo de negocio para migrar a otro más accesible dada las restricciones para los servicios de restauración.   

La resiliencia se presenta como un común denominador en sus historias, pero detrás hay un gran esfuerzo por parte de cada stakeholder involucrado. Para superar cada estado de crisis y fracasos se necesita el esfuerzo personal y social de la realidad, por más dura que sea. Es deber de los líderes, bajo supervisión de Recursos Humanos, brindar un mensaje alentador y de un futuro prometedor, es aquí donde se debe utilizar aquellos valores arraigados, inculcados en la cultura organizacional, que tanto se han profesado y resaltado durante tantos años.   

Son en estos casos en donde la resiliencia debe tratarse en una competencia laboral para que sea identificada y reforzada en todo el personal. En primer lugar, se debe desarrollar un plan de comunicación asertivo. Si bien muchas organizaciones no consideraron u omitieron correos de alerta de sus trabajadores sobre el COVID-19 como una amenaza, ya no es tiempo de llorar sobre la leche derramada. Lo primero que se debe realizar es brindar un mensaje claro y transparente en donde se indique qué acciones se van a tomar en corto, mediano y largo plazo. Teletrabajo, home office y reuniones remotas son algunas de las formas de trabajo a implementar. No se pueden ejecutar proyectos como si no se estuviera una crisis, mucho menos exigir su ejecución para el retorno a las instalaciones. En segundo lugar,  saber que capacidades técnicas y blandas son necesarias para el teletrabajo. Las herramientas técnicas y virtuales se deben aprovechar al máximo, ni que decir de las coordinaciones por teléfono o reuniones virtuales, pero siempre respetando los horarios regulares. No por estar en casa es que se está disponible 24/7, también existen las responsabilidades personales. Cabe mencionar lo importante de reforzar las habilidades de comunicación y feedback en los líderes. Si se van a realizar planes de recorte de personal se deben desarrollar speech de desvinculación y brindar los beneficios sociales pertinentes oportunamente. Finalmente, desarrollar protocolos de emergencia. En este caso puntual del COVID-19, elaborar protocolos de higiene es vital si se desea que el personal vuelva a las instalaciones. Acciones para antes, durante y después pueden marcar la diferencia ante un riesgo de contagio.

Los ejemplos de organizaciones resilientes van en aumento, ya que estas organizaciones tienen una visión muy serena y realista, basada en la observación y análisis de datos de los hechos y tendencias presentes y futuros; de las decisiones económicas nacionales y mundiales, sociales y medioambientales, para el mediano y largo plazo. Jamás se alejan de la razón y se preparan para lo peor esperando lo mejor.