¿Vale la pena ponerse la camiseta por una empresa?
Si en tu trabajo eres de los que solo “hacen las cosas por las que te pagan” y a parte de eso promueves que otras personas hagan lo mismo o cosas similares — ejem, no ponerse la camiseta o como lo quieras llamar — déjame decirte que estás dañado.
El sistema te dañó.
Sí. Yo sé lo que estás pensando. Lo injusto que es que no reconozcan tu trabajo. Que no te parece que te pidan cosas fuera del horario laboral. Que no te paguen horas extra. Y todas esas cosas. Y sí, tienes razón. Eso está mal. Y no deberías permitirlo.
Pero mi punto no es ese.
Una vez tuve un líder que me comentó que hay empleados que son “males necesarios”. Esto es, empleados que cumplen con lo que les pides, al pie de la letra, pero que aún así no te llevan al siguiente nivel. Son esos empleados que te ayudan a cumplir tus métricas pero que jamás te harán sobrepasarlas de una manera que digas “wow, qué increíble”.
Evalúa si tú eres uno de esos. No está mal que lo seas. Pero si consideras que lo eres y ahora eres consiente de ello, por favor, haz lo que tengas que hacer para dejar de serlo. Innova procesos. Propón soluciones. Ejecuta.
Cualquiera puede tener ideas de cómo solucionar problemas. Pero pocos muestran una ejecución para abrir y mostrar un camino que resuelva algo.
Piénsalo: No es lo mismo decir “hay hacer videos para youtube” que llegar y proponer un calendario de contenidos, junto con tiempos de edición, software y planeación.
La mayoría de las personas se quedan en el primer paso. Tú no. Por eso estás leyendo este artículo. Porque tu muestras un posible camino a seguir. Con detalles.
Muchas veces tus jefes te dirán que no. O te ignorarán. Y prepárate, porque será más frecuente de lo que crees. Pero ya no queda en tus manos.
No seas un “mal necesario” para tu empresa.
Aunque si por ahora lo eres, pero no eras consiente de ello. No es tu culpa. Tampoco de mortifiques por ello. Pero sí esfuérzate por no serlo.
Puedes hacerlo sin que esto implique que la empresa “te explote” o “abuse” de ti.
Hazlo porque es tu naturaleza.
Si estás en una buena empresa, la recompensa vendrá.
Si estás en una mala empresa, bueno, amigo, no sé por qué sigues allí. Ve a un lugar donde sí aprecien tu esfuerzo.
Pero no te vuelvas de esos que “renuncian silenciosamente”. No elijas ser un “mal necesario” de manera consiente. Porque en el momento en que lo haces, es una derrota. El sistema logró corromperte. Logró dañarte.
Créeme. No todas las empresas son malas.
Pero tener una mala mentalidad sí te impedirá entrar a una buena empresa.
No arrastres esa mala inercia. Esa mala mentalidad.
Yo sé que muchos creadores allá afuera te van a decir exactamente lo contrario. Que “no te dejes”. Pero la linea entre “no dejarse” y “estar resentido” es muy difusa. Pero quienes ven con claridad la diferencia son los que tienen la ventaja. Son a los que les irá mejor.
Créeme.
Nadie quiere trabajar con un resentido. Pero no ser un resentido tampoco implica que permitas abusos.
Ve allá afuera. E impulsa a otros a crecer. Trabaja inteligente.
Y no solo tu empresa, sino que el mercado te lo recompensará
-M