Yo no sé mañana, yo no sé mañana, si estaremos juntos, si se acaba el mundo…
La vida es una total incertidumbre.
No puedes decirme lo contrario cuando Luis Enrique (cantante de salsa nicaragüense) lo inmortalizó en su popular canción del 2009.
Personas llegan a nuestra vida y se van. Puestos de trabajo van y vienen todo el tiempo. La economía y las decisiones políticas están totalmente fuera de nuestro control.
Sin embargo, siempre hay oportunidad de hacer algo ante todas y cada una de las adversidades, obstáculos y situaciones en las que la vida nos pone.
Y eso se le llama Circulo de Influencia.
Una definición para círculo de influencia es todo aquello sobre lo cual tienes poder de actuar y controlar.
Nota: Si deseas una explicación detallada de lo que significa Circulo de influencia, te recomiendo leer el primer hábito del libro de Stephen Covey 7 hábitos de las personas altamente efectivas, el hábito es: Sea proactivo.
Si bien es cierto, muchas cosas y sucesos que nos afectan están más allá de lo que podemos controlar, enfocarnos en lo que podemos hacer (en nuestro círculo de influencia) nos empodera para tomar el control de nuestra vida.
Nuestras finanzas personales no deben ser la excepción y debemos buscar maneras de hacer más con nuestro dinero, educarnos, tomarnos el tiempo para analizar que opciones existen que nos ayuden a mejorar el manejo y preservación de nuestro dinero.
Eso sería explotar a nuestro favor nuestro círculo de influencia.
Explotar al máximo nuestro circulo de influencia cuando se trata de preservar, proteger y crecer nuestro dinero es actuar de manera proactiva.
En cuestiones de preservación de nuestro dinero los seguros de vida toman un papel relevante.
No se si has escuchado la frase: No importa cuanto dinero ganas, sino con cuanto dinero te quedas.
Esta frase es una máxima entre todos los coaches y gurús financieros del pasado y del presente (y quizás del futuro).
Básicamente, lo que está frase trata de decirnos, es que no importa cuanto dinero ganes, si al final de mes te lo gastaste todo, serás tan pobre como cualquier otra persona.
Ahora supongamos que ya estás más allá de todo ese escenario.
Cuentas con un presupuesto y tus ingresos exceden los gastos de tu estilo de vida. Felicidades, estás generando ahorro.
Pero ahora, ¿qué estrategias estás implementando para preservarlo?
Si dentro de tu planeación financiera o portafolio, no tienes nada contratado que te dé protección y tranquilidad, sinceramente no sé cómo puedes dormir por las noches.
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Ante la primera situación adversa te gastarás el dinero que tanto trabajo te costó juntar. ¿Estas consciente de eso? ¿verdad?
Aquí es donde entran en juego los seguros de vida.
¿Qué es lo que hacen los seguros?
Te dan la oportunidad de transferir el riesgo al que estás expuesto, para que, en caso de algún evento desafortunado, sea la empresa aseguradora la cubra tus gastos.
Todo esto a cambio de una prima que pagas anualmente, que (en el caso de los seguros de vida) puedes recuperar después de un cierto periodo de tiempo.
Si existe un producto que te permite cubrir el riesgo de perder tu dinero ante situaciones adversas, y después de un tiempo te da la opción de recuperar todo lo que pagaste por el, ¿Por qué no contar con uno de ellos?
Básicamente eso es lo que hacen los seguros de vida: te protegen, te permiten ahorrar y encima de todo ello, puedes recuperar lo que pagaste.
Suena como un buen trato.
Solo recuerda una cosa: Los seguros se contratan con salud y sin problemas.
Después, será demasiado tarde y nadie te querrá asegurar. Ni siquiera el IMSS o el banco del Bienestar.
Ahora, ya lo sabes. Cuando se trata del manejo de tu dinero, SÍ depende de ti el protegerlo, ya que su protección esta definitivamente dentro de tu circulo de influencia.
Si cae la bolsa, el dólar sube, la inversión extranjera decrece tu no puedes hacer realmente mucho.
Sin embargo, cuidar tu patrimonio si depende de ti.
Toma acción, actúa dentro de tu circulo de influencia, porque yo no sé, yo no sé… pero mañana podría ser demasiado tarde.
Por tu Estabilidad Financiera
Tu amigo
Jesús Altamirano