NEUROEDUCACIÓN Y ESCRITURA
El próximo sábado 19 de octubre, invitado por la excelente Consultora Grafoanalista HR y. Perito calígrafa judicial, especialista en reeducación de la escritura, Xantal Laplana, tendré el inmenso honor de llevar a cabo la ponencia inicial de la "Jornada de Educación y Escritura, ", titulada Neuroeducación y escritura.
Información en: grafoyps@gmail.comInscripciones en: info@appjd.es a través del formulario https://lnkd.in/db-_7P5whashtag#congreso hashtag#grafologia hashtag#jornadaeducacionyescritura hashtag#escribir
Pero antes de entrar en el tema de hoy, quiero (y debo) disculparme con los miles de lectores de esta newsletter, por mi "desaparición", dado que algunos se han preocupado "Por si me sucedía algo". No hay de qué preocuparse: después de publicar los posts semanales que conformarán mis dos próximos libros (Conversaciones con mi mentor: José Antonio Marina I y II), me he dedicado en cuerpo y alma a escribir diversos artículos científicos para revistas indexadas, razón por la cual me he visto obligado a interrumpir mis apariciones semanales en mis dos newsletter.
Hoy debo hacer una excepción a este paréntesis investigador: la ocasión, sin duda, lo merece. Aun así, ruego se me perdone el tono más académico que divulgador que voy a emplear en las siguientes líneas.
La educación del inconsciente infantil
En la ponencia citada, me gustaría contar que educar el inconsciente infantil es posible y recomendable para mejorar el carácter y la inteligencia vital de los niños y de las niñas de entre 6 y 12 años, mediante tres herramientas que, en ningún caso, suponen un aumento del presupuesto económico de los centros educativos, ni una inversión extra de tiempo por parte de los maestros y de las maestras, dado que habitualmente ya se utilizan en la educación primaria: aprender caligrafía, cuentos infantiles y canciones ad hoc. Se trata de una adaptación para la Escuela Primaria de la Programación Neuro-Caligráfica (PNC), que ideé en 2010, para la reeducación del inconsciente cognitivo y emocional de los adultos, con resultados estadísticamente significativos en el Test VIA de las 24 Fortalezas del Carácter, que dos de los representantes más emblemáticos de la psicología positiva, Martin Seligman y Cris Petersen, crearon en 2004.
Los antiguos pensadores griegos definían "carácter" como el conjunto de hábitos que configuraban una personalidad. Los llamaban «areté» («virtud»), aunque preferimos traducir esta palabra por «fortaleza», basándonos en su sentido original, que venía a referirse a la «capacidad para a la excelencia».
Sin embargo, como advierte James Arthur (2014): el conocimiento de las virtudes no necesariamente cambiará el comportamiento; le podemos enseñar a un alumno cuál puede ser el «areté» más deseable de mostrar en determinadas circunstancias, pero que lo comprenda no garantiza que se captenga de la manera adecuada cuando proceda.
Por eso no gustamos hablar de la educación del «carácter», sino del «inconsciente», dado que, en contra del sentido común, que sugiere a los padres y a los maestros ocuparse sobre todo de la inteligencia consciente de los niños, no puede ignorarse que ésta sólo representa el 5% de la capacidad de pensamiento de las personas . El equívoco es razonable porque los seres humanos priorizamos al consciente por encima del inconsciente, aunque en realidad éste último precede al primero.
Debemos aclarar que el concepto «inconsciente» se refiere a los procesos automáticos y no deliberados que influyen en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos, lejos, por tanto, del enfoque freudiano tradicional.
De acuerdo con investigaciones recientes, el inconsciente, así entendido, juega un papel crucial en la formación del carácter. Los recuerdos implícitos y los procesos automáticos afectan al desarrollo de la personalidad. Es decir, la forma en que los niños interpretan y responden a sus experiencias correlaciona significativamente con sus recuerdos y aprendizajes implícitos. Esto es esencial en los enfoques educativos para influir en las actitudes y valores subyacentes que forman parte del carácter infantil. Integrar esta perspectiva en las prácticas educativas permite una comprensión más completa de cómo los procesos no conscientes pueden dirigirse para fomentar un desarrollo positivo y adaptativo en los niños.
De ahí que propongamos el Método «3C» (Caligrafía, Cuentos y Canciones ad hoc) basado en la Programación Neuro-Caligráfica (PNC), estratégicamente adaptado para educar el carácter inconsciente de los niños, a fin de mejorar su inteligencia vital.
El inconsciente infantil se puede educar (I): la importancia de los ganglios basales.
La educación del carácter en la Escuela Primaria se centra en desarrollar valores éticos y morales que guíen el comportamiento de los niños. Este tipo de educación fomenta la empatía, la responsabilidad, el respeto y la cooperación, habilidades esenciales para la vida en sociedad.
Sin embargo, María José Codina (2015), en el libro divulgativo de su tesis doctoral, es crítica con el actual enfoque de la educación en valores, en una línea similar al ya citado James Arthur, porque según explica la autora su propia experiencia como docente, ha mostrado que esa educación en valores es insuficiente. «De poco sirve -dice- que un alumno recite una definición perfecta de qué es solidaridad, si después en su día a día es insolidario». Por eso propone la forja de un carácter, mediante la adquisición de los buenos hábitos que representan las virtudes, que les haga actuar de la manera correcta.
Nuestro cerebro de media representa el 2% del peso total del cuerpo, sin embargo consume el 20% de la energía que generamos. Es, por tanto, un derrochador. Por eso, evolutivamente los seres humanos hemos aprendido a ahorrar parte de esta energía automatizando la mayoría de los procesos. Casi todo lo que hacemos tiene un origen inconsciente. En este sentido, el psicólogo estadounidense, Timothy Wilson (2004), sugiere que la mente humana es más eficiente cuando relega gran parte de sus pensamientos de alto nivel a lo que él llama el «inconsciente adaptativo», y lo argumenta utilizando el analogía del uso del piloto automático propio de los reactores modernos con escasa o nula intervención del piloto humano consciente .
Debe advertirse de nuevo, que el «inconsciente adaptativo», o «inconsciente neurológico» , o «Nuevo Inconsciente» , no debe confundirse con el inconsciente descrito por Sigmund Freud (1856 -1939), un lugar oscuro y tenebroso ocupado por fantasías perturbadoras que se mantienen ocultas en nuestra mente consciente.
Para automatizar, nuestro cerebro se vale de los hábitos. Se convierten en capitales, en este sentido, las investigaciones de Larry Squire, que, al observar cómo una rata aprendía a encontrar una golosina en un laberinto, se dio cuenta de que inicialmente los ganglios basales trabajaban mucho y, después, cuando la rata conocía ya la trayectoria, gracias a reiterar el proceso de investigación, su actividad disminuía porque el cerebro interiorizaba la rutina.
Los ganglios basales (figura 1) están constituidos por cuatro masas de substancia gris. Su función es facilitar el control de postura y movimiento. Se ubican en el centro del cerebro y rodean el sistema límbico profundo. También intervienen en la integración de pensamientos, emociones y en la modulación de la motivación. Una de las funciones fundamentales de los ganglios basales es facilitar la motricidad fina, esencial para escribir a mano.
Figura 1: Ilustración detallada del cerebro humano resaltando los ganglios basales
Nos conviene destacar dos aspectos clave de los ganglios basales:
1º. Correlacionn con la calidad de la caligrafía. Consideramos el caso de los niños diagnosticados con TDAH, donde las dificultades de escritura son frecuentes.
En un interesante estudio grafológico de la letra de alumnos afectados por este trastorno, Cohen y sus colaboradores (2016) realizaron una revisión detallada de cómo el TDAH les afectaba la letra, destacando las diferencias en la legibilidad, la velocidad de escritura y la organización del texto versus un grupo de estudiantes no afectados. En concreto, constataron que la caligrafía de los niños con TDAH es inmadura, desordenada e ilegible (figura 2).
Figura 2. Muestra caligráfica de un niño afectado de TDAH.
Hay bastantes estudios, que muestran cómo el uso del metilfenidato (Ritalin) mejora significativamente diversos aspectos de la escritura, como la legibilidad y la organización espacial del texto. Estos efectos se atribuyen a la optimización de la dopamina en los ganglios basales, lo que mejora las funciones motoras finas.
Así, los niños con TDAH que reciben metilfenidato muestran una mejora en la velocidad y precisión de la escritura en comparación con aquellos que no reciben el medicamento. Por su parte, Pliszka proporciona una revisión exhaustiva de la neurobiología del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), donde explora las bases neurológicas de este trastorno destacando el papel de los ganglios basales y el sistema dopaminérgico . El autor analiza cómo las anomalías en estas áreas cerebrales contribuyen a los síntomas del TDAH, incluyendo las dificultades en la atención y las habilidades motoras finas. Además, en su estudio revisa cómo los medicamentos psicoestimulantes, como el metilfenidato y la anfetamina, mejoran los síntomas del TDAH optimizando la transmisión dopaminérgica, lo que puede tener efectos positivos en la motricidad fina y la escritura.
Por su parte, el Dr. Daniel Amen nos proporciona una muestra caligráfica emblemática de cómo se transformaba positivamente (trazado ascendente y más firme) la letra de un niño, Tommy, afectado de TDA, al tomar medicamentos psicoestimulantes:
Figura 3.
Fuente: Cambia tu cerebro. Cambia tu vida. Dr. Daniel Amen (2011).
Hay que hacer, sin embargo, tres puntualizaciones.
En primer lugar, en un estudio del año 2010, realizado por Bowton y sus colaboradores, se concluye que el TDAH está más bien asociado con una disfunción en la regulación de los transportadores de dopamina (DAT) , que no a una simple escasez de ésta. En una misma línea, un estudio de 2023 utilizando tomografía por emisión de positrones (PET), se mostró un aumento en la densidad de los DAT en el núcleo caudado de los pacientes con TDAH en comparación con controles sanos.
En segundo lugar, un estudio de 2013 sugiere que la mejora experimentada por un paciente TDAH al suministrarle fármacos estimulantes puede no deberse a una actuación específica que resuelva las causas primarias del trastorno, dado que estos mismos fármacos también tienen un efecto análogo en personas consideradas sanas. Esto parece mostrar que estos medicamentos no abordan las causas primarias de dicho trastorno, sino que simplemente mejoran el rendimiento cognitivo general.
Por último, varios estudios advierten que los eventuales beneficios de los fármacos estimulantes sólo son efectivos en las horas posteriores a la toma del medicamento, por lo que un tratamiento farmacológico de este tipo a largo plazo no mejora significativamente las calificaciones académicas de los escolares afectados por TDAH.
2º. Correlacionan con el estado de ánimo: Amen también advierte que las personas con disfunción de los ganglios basales a menudo experimentan una predisposición a prever lo peor y tienen pensamientos negativos automáticos abundantes. Esto puede deberse, según este médico, a una disfunción en la regulación de la dopamina, tal y como postula la llamada «Hipótesis Monoaminérgica», la cual sostiene que la depresión está asociada con niveles bajos de neurotransmisores monoaminérgicos, principalmente la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. Esta teoría ha sido fundamental en el desarrollo de tratamientos farmacológicos para la depresión.
Sin embargo, estudios recientes ponen en tela de juicio la presunta eficacia de estos fármacos, dado que refutan la hipótesis monoaminérgica tradicional como explicación primaria para la depresión. Y es que hoy en día sabemos que además de un simple desequilibrio químico, la depresión es un trastorno complejo influenciado por una combinación de factores genéticos, epigenéticos, ambientales y de estrés .
En todo caso, la relación entre los hábitos (personalidad aprendida) y los ganglios basales ha sido ampliamente estudiada en el campo de la psicología cognitiva y de la neurociencia. De acuerdo con Graybiel (2008), por ejemplo, los ganglios basales actúan como un sistema de retroalimentación que facilita la transición de comportamientos deliberados y automáticos, esenciales para la formación de hábitos. Y es que la formación de hábitos implica la repetición de una acción hasta convertirse en una respuesta automática a una determinada situación o estímulo. Este proceso de automatización permite liberar recursos cognitivos para otras tareas más complejas. Wood y Neal (2007) explican, en este sentido, que los hábitos se desarrollan a través de la reiteración y asociación con contextos específicos, donde los ganglios basales juegan un papel central en reforzar las conexiones neuronales subyacentes a estos comportamientos repetitivos.
Asimismo, los estudios de neuroimagen han mostrado que la actividad en los ganglios basales aumenta cuando las personas realizan tareas automatizadas o hábitos consolidados. Por ejemplo, un estudio de fMRI realizado por Tricomi y sus colaboradores (2009) mostró que la formación de hábitos está asociada con un aumento de la actividad en el putamen, sugiriendo su participación activa en la automatización de conductas. En este contexto, el estriado (que incluye el putamen y el núcleo accumbens) interviene en la toma de decisiones, la memoria y la regulación emocional, y sus conexiones con la corteza prefrontal son esenciales para integrar información cognitiva y emocional.
A medida que se repite una acción, el estriado ayuda a convertirla en un hábito, y de esta forma libera, como hemos visto, recursos cognitivos para otras tareas, y además envía información al resto de los ganglios basales para coordinar movimientos suaves y precisos, fundamental en la escritura a mano.
Cabe destacar que las señales de dopamina en este área refuerzan los comportamientos que conducen a resultados positivos y facilitan el aprendizaje basado en recompensas. De esta forma, los hábitos formados y regulados por los ganglios basales pueden influir significativamente en la personalidad de un individuo. Por ejemplo, los hábitos buenos como la disciplina y la autodeterminación pueden fortalecer aspectos del carácter, mientras que los malos hábitos pueden tener efectos adversos.
La interacción, antes mencionada, entre los ganglios basales y la corteza prefrontal (responsable, entre otras cosas, de las funciones ejecutivas y la planificación), permite un equilibrio entre la automatización de hábitos y el control consciente. Equilibrio esencial para un comportamiento adaptativo y la formación de un carácter robusto.
La neurología del hábito nos proporciona datos interesantes como que la repetición secuenciada y constante establece una rutina que se desencadena al aparecer una señal, permitiendo alcanzar una recompensa, que actúa como reforzador. Esto posibilita que los hábitos configuren rutinas estables, que pueden referirse a aspectos motores, cognitivos y emocionales, y que se erigen en la "personalidad aprendida".
En esta línea, Marina (2012) explora cómo los hábitos son fundamentales para el proceso educativo y el desarrollo integral de los niños, destacando su importancia en el proceso de aprendizaje, y cómo pueden influir en su desarrollo cognitivo y personal. Argumenta, en este sentido, que los hábitos no sólo facilitan el aprendizaje de conocimientos y habilidades, sino que también devienen esenciales para la formación del carácter. Así, hábitos como la responsabilidad, la perseverancia y la autodisciplina son fundamentales para la formación de una personalidad equilibrada. JAM enfatiza que educadores y padres desempeñan un papel crucial en la creación de un entorno que favorezca la adquisición de buenos hábitos. Por este motivo, recomienda que su constitución debe empezar desde una edad temprana. Sugiere que los años iniciales del niño son estratégicos para adquirir los buenos hábitos que van a perdurar toda la vida.
La educación del inconsciente, a la que nos referimos aquí, se concreta, por tanto, en la adquisición de buenos hábitos, dado que el conjunto de hábitos conforma la «personalidad aprendida», o, si se quiere, nuestra segunda naturaleza.
El inconsciente infantil se puede educar (II): el papel de la autosugestión.
La plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales. Según investigaciones de la neurocientífica Sarah-Jayne Blakemore, el cerebro de los niños es particularmente plástico, lo que le hace más susceptible a la influencia de las experiencias y sugerencias externas. Esta plasticidad puede ser aprovechada para instaurar creencias desde temprana edad. En un sentido similar, Héctor Ruiz (2022) expone que mediante la sugestión se pueden implantar recuerdos falsos, o si se quiere, como sucede en nuestra propuesta, (re)educar la memoria autobiográfica.
Por su parte, el ideólogo de la autosugestión científica, Émile Coué (1857-1926), la define como la implantación de una idea por uno mismo. Se trata, subraya, de crear una memoria de largo plazo de tipo autobiográfico, que desterre las creencias limitantess, que condicionan negativamente el carácter. Coué constató que el inconsciente no distingue entre lo real y lo imaginario, de modo que las afirmaciones repetidas pueden ser internalizadas como verdades, impactando profundamente en la autoimagen y las creencias personales. Esta técnica es especialmente relevante en la educación infantil, donde puede utilizarse para inculcar valores y creencias positivas que fortalezcan el carácter y la autoestima del niño.
Las autoinstrucciones, también conocidas como self-talk o discurso interno, son estrategias cognitivas que permiten a los niños dirigir su propio comportamiento mediante su uso. En el contexto de la educación del carácter, las autoinstrucciones pueden ser una herramienta poderosa para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de autorregulación, autocontrol y toma de decisiones éticas. El uso de autoinstrucciones positivas en la educación infantil ha demostrado ser una herramienta efectiva para fomentar el desarrollo emocional, cognitivo y conductual en los niños. Estas autoinstrucciones, que consisten en frases o afirmaciones que los niños se dicen a sí mismos para guiar su comportamiento y pensamientos, pueden mejorar significativamente su capacidad para regular emociones, enfrentar desafíos y aumentar la motivación para aprender.
Uno de los aspectos más destacados de las autoinstrucciones positivas es su capacidad para mejorar la autorregulación emocional en los niños. Un estudio realizado por Schunk y Rice (1987) mostró que las autoinstrucciones positivas les ayudan a gestionar situaciones estresantes y reducir la ansiedad. Los niños que utilizaron frases como "puedo hacerlo" o "lo intentaré de nuevo" mostraron una mayor persistencia en tareas desafiantes y una reducción en los niveles de frustración.
Además del impacto en la regulación emocional, las autoinstrucciones positivas tienen también un efecto significativo en el rendimiento académico. Un estudio de Kendall y Braswell (1985) encontró que los niños que aprendieron a utilizar autoinstrucciones positivas para guiar el proceso de aprendizaje mostraron notables mejoras en sus calificaciones. Las autoinstrucciones les permitieron mantener una mayor concentración, estructurar mejor su tiempo y reducir comportamientos impulsivos durante las actividades escolares. Este enfoque no sólo contribuyó a unos resultados superiores, sino que también promovió una mayor confianza en sus habilidades académicas.
Por su parte, Kross y colaboradores (2011) mostraron cómo las autoinstrucciones reflexivas, en lugar de las rumiativas, pueden ayudar a los niños (y a los adolescentes) a gestionar mejor sus emociones y comportamientos, lo que, sin duda, resulta relevante para la educación del carácter y la autorregulación emocional.
Y todavía, en un artículo de 2012, que revisa y actualiza el trabajo original de 1971, Meichenbaum y sus colaboradores muestran la importancia primordial de las autoinstrucciones en contextos educativos y terapéuticos.
También se ha observado que la repetición de afirmaciones positivas, propia de la autosugestión, puede activar el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y creando una sensación de bienestar y motivación. Este mecanismo biológico apoya la eficacia de la autosustitución para instaurar creencias positivas y mejorar el bienestar emocional de los niños.
Todo esto nos sugiere que es recomendable incorporar las autoinstrucciones positivas en el currículum educativo para promover el desarrollo del carácter y de las habilidades socioemocionales en los niños.
Acabamos de ver cómo la autosugestión ofrece una herramienta poderosa para influir positivamente en el inconsciente cognitivo y emocional infantil y forjar un buen carácter. Sin embargo, como el propio Coué advierte, el problema con el que se enfrenta el sujeto radica en su capacidad para implementar estas técnicas y utilizar las herramientas que se le ofrecen. Dificultad que es aún más compleja en el caso de los niños de entre 6 y 12 años. Es aquí donde nuestra propuesta sofrece una estrategia innovadora.
Pero antes, debemos formularnos una pregunta clave: ¿Cuáles son las fortalezas de carácter que deben elegirse para entrenar un «buen carácter» en la Escuela Primaria?
Educar un carácter ideal: «personalidad elegida»
Siguiendo una vez más a Marina (2011), consideramos que es posible ponernos de acuerdo en lo que puede definir un «buen carácter». En este sentido, el prolífico filósofo y pedagogo propone que elegimos entre las siguientes alternativas:
• Seguridad hacia inseguridad
• Valentía vs. miedo
• Optimismo vs. pesimismo
• Autoestima vs.autodesprecio
• Actividadvs.pasividad
• Alegría vs. tristeza
• Sociabilidad vs.insociabilidad
• Empatía vs. autismo afectivo
• Compasión vs. inhumanidad
• Estabilidad emocional vs. inestabilidad
• Resistencia vs. vulnerabilidad
Muy probablemente padres y educadores elegirían el primer término de las alternativas anteriores, de forma que ya tenemos un consenso inicial sobre lo que podemos considerar la educación de un «buen carácter».
Hay que advertir sin embargo, que los niños nacen con predisposiciones genéticas (temperamento o «personalidad heredada») que condicionarán su forma de ser, aunque que no la determinarán. El sistema educativo, por tanto, tiene el reto y la responsabilidad de ayudarles a desarrollar una personalidad alegre, empática, sociable, creativa, resiliente, etc.
En estos momentos, según JAM estamos logrando entender cómo funciona nuestra mente para entrenar el carácter inconsciente de los niños de primaria lo que representa una gran oportunidad. Y en este ambicioso objetivo tres estructuras límbicas del cerebro serán fundamentales: los ganglios basales (ya mencionados), el hipocampo y el tálamo.
Hemos defendido una tesis doctoral donde se muestra cómo, en un entrenamiento de nueve meses, un grupo de 50 voluntarios adultos reeducaron su carácter inconsciente durante el curso 2011-2012, mediante ejercicios caligráficos grafotransformadores, autoinstrucciones diurnas y nocturnas, y redacciones de psicología positiva basadas en la praxis de Klaus Vopel para redirigir la atención, gracias al cual se obtuvo una mejora significativa de resultados en el Test VIA de Fortalezas de Carácter en relación a un grupo de control .
Los resultados obtenidos permitieron concluir la existencia de diferencias significativas en las respuestas al cuestionario VIA para el grupo de control y la muestra en el Tiempo 1 y en el Tiempo 2. De esto se infería la validez de que la PNC era (y es) eficaz para a la reeducación de la personalidad
Con este estudio se confirmaba, en consecuencia, la hipótesis que ya habíamos formulado en 2010, enel libro Buenos días y buena letra...
...,después de un exhaustivo trabajo de investigación en el que establecimos 9 de ítems de personalidad deseable susceptibles de ser aprendidos y analizables grafológicamente , sobre los que existía un consenso bibliográfico amplio:
• Un buen autoconcepto
• Optimismo
• Buena gestión emocional
• Perseverancia
• Extraversión
• Empatía
• Proactividad
• Paciencia
• Y gratitud
Posteriormente, en una nueva investigación (Bona lletra i bona vida)...
..., entrevistamos a personas que habían tenido éxito en diversos ámbitos profesionales, y pudimos mostrar que, en efecto, tanto con su testimonio, como con un análisis grafológico independiente, los prohombres seleccionados disfrutaban de un porcentaje muy significativo de las fortalezas de carácter mencionadas, y cómo éstas se reflejaban en su letra.
Hay que advertir, sin embargo, que existe bastante literatura científica que define la grafología, como pseudociencia, lo que nos obliga a utilizarla, como mínimo, con mucha precaución.
Sin embargo, esto no invalida que pueda convertirse en una herramienta complementaria para comprender mejor los aspectos ocultos de nuestra personalidad. En este sentido, tres destacados neurocientíficos, Thomas Tucha, Oliver Tucha y Klaus W. Lange, en una investigación de 2008, que se centraba en el ámbito de la grafonomía exploraron cómo se podía utilizar la caligrafía para evaluar y entender aspectos automáticos y cognitivos de la motricidad fina. En particular, investigaron la relación entre características específicas de la escritura a mano y rasgos de personalidad, como la impulsividad y la introversión, y encontraron que ciertos patrones caligráficos podrían correlacionarse con características como las mencionadas, de forma que acabaron sugiriendo que la caligrafía puede ofrecer una ventana fascinante al carácter inconsciente de las personas, porque la forma en que escribimos no sólo refleja nuestras habilidades motoras y cognitivas, sino también nuestra psicología interna y nuestras emociones.
¿Cómo educar el inconsciente de los niños en la Escuela Primaria (I)?: Caligrafía
Como hemos visto anteriormente, la caligrafía tiene un impacto significativo en los ganglios basales a través de la neuroplasticidad. Escribir a mano mejora el control motor fino, la formación de hábitos y la memoria procedimental. La práctica repetitiva y sostenida de la escritura a mano no sólo refuerza los circuitos neuronales existentes, sino que también puede inducir cambios estructurales en estas áreas cerebrales subrayando la importancia de esta actividad en el desarrollo cognitivo y motor.
El neurólogo Richard Davidson (2019) propone «rehacer las conexiones neuronales» para conseguir que los esquemas emocionales cambien. Sugiere que estas transformaciones pueden observarse en el cerebro, mediante imágenes funcionales. Así, la plasticidad neuronal ofrece una perspectiva optimista sobre nuestra capacidad de modificar nuestras respuestas emocionales y mejorar nuestro bienestar.
Ya en 1967 la egregia educadora Maria Montessori defendía que las actividades manuales, incluida la escritura a mano, eran esenciales para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Argumentaba que la repetición y la práctica de habilidades motoras finas, como la caligrafía, podían fomentar la autodisciplina, la concentración y la autoconfianza, contribuyendo así al desarrollo integral del carácter de los niños.
La caligrafía, a menudo considerada una habilidad obsoleta en la era digital, sigue siendo crucial para el desarrollo cognitivo y motor de los niños. La escritura a mano está correlacionada con la mejora de la motricidad fina, la memoria y la concentración y, según Berninger y Richards), activa regiones del cerebro involucradas en el pensamiento, el lenguaje y la memoria de trabajo, lo que facilita un aprendizaje más profundo.
Además, la práctica regular de la caligrafía puede mejorar la habilidad de los estudiantes para producir ideas y organizarlas de forma coherente. James y Engelhardt), por ejemplo, encontraron que los niños que practican la escritura a mano desarrollan habilidades de lectura y redacción más rápidamente que los que no lo hacen. Esto se debe, según ellos, a que la caligrafía exige una atención esmerada a los detalles y la repetición, reforzando las conexiones neuronales necesarias para la alfabetización.
Un estudio de Fink y Sugarman (2010) mostró que los programas de caligrafía integrados con la educación del carácter no sólo mejoraron la legibilidad y la velocidad de escritura de los estudiantes, sino que también fomentaron una mayor empatía y respeto entre los compañeros de clase. Los niños que participaron en estos programas demostraron más disposición para ayudar a los demás y resolver conflictos de forma constructiva. Integrar, por tanto, la caligrafía con la educación del carácter puede ser una estrategia efectiva para desarrollar tanto habilidades académicas como valores personales. Así, actividades que impliquen escribir cartas de agradecimiento o reflexiones sobre experiencias personales, propias de la psicología positiva pueden ayudar a los niños a practicar la caligrafía mientras reflexionan sobre los valores y emociones.
Devien cuanto menos sorprendente, si se considera todo lo anterior, que en 2016, Finlandia tomara la decisión de eliminar la enseñanza de la letra cursiva en las escuelas, sustituyéndolo por lecciones de mecanografía. Esta medida fue adoptada debido a la creciente relevancia de las habilidades de escritura a máquina en la era digital.
Aunque la letra de palo (o de imprenta, análoga a las tipografías más habituales de los teclados) es de aprendizaje más asequible para los niños, el Dr. Christian Marquardt (2016) en el artículo de título emblemático Die Auswirkungen der Abschaffung der Schreibschrift af die kognitive Entwicklung ("Impacto de la eliminación de la escritura cursiva en el desarrollo cognitivo") se refiere críticamente a la decisión de Finlandia de eliminar la enseñanza de la escritura cursiva en su currículum escolar y expone las ventajas de la escritura a mano, sobre todo en letra ligada, porque esta práctica mejora el aprendizaje y la memoria. Argumenta que eliminar la cursiva puede tener un impacto negativo en el desarrollo de habilidades cognitivas, porque ésta favorece la memorización de forma más efectiva que la mecanografía.
Por su parte, en un artículo publicado al año siguiente, el escritor y educador Nigel Coutts (2017) en The Guardian examina la controversia sobre si es necesario continuar enseñando la escritura cursiva en las escuelas, en un contexto donde muchas instituciones educativas, incluida Finlandia, han optado por eliminar esta práctica a favor de la mecanografía y la escritura de imprenta. Coutts defiende que la letra ligada tiene beneficios cognitivos y motores únicos que no pueden ser completamente replicados por la mecanografía. Señala estudios que muestran cómo la escritura a mano, particularmente la cursiva, puede mejorar la memoria y la comprensión lectora, además de fortalecer la coordinación motora fina. El autor sugiere que, aunque es importante enseñar habilidades tecnológicas como la mecanografía, no debe realizarse a costa de habilidades tradicionales como la escritura a mano. Aboga, en consecuencia, por un enfoque equilibrado que incorpore tanto la enseñanza de la mecanografía como la escritura cursiva. Coutts, por último, concluye que, aunque la integración de la tecnología en la educación es crucial, la eliminación completa de la letra ligada puede privar a los estudiantes de importantes beneficios cognitivos y motores.
En definitiva, la evidencia científica recomienda la enseñanza de la letra cursiva (característica de la PNC) en las escuelas primarias debido a sus múltiples beneficios para el desarrollo cognitivo y el motor de los niños, y subraya su importancia hacia la de imprenta destacando los beneficios en el desarrollo cognitivo, motor y académico de los estudiantes promoviendo un aprendizaje más profundo y efectivo y, además (al proporcionar una mejor estructura y fluidez), ayuda a mejorar las habilidades de escritura en niños con dificultades de aprendizaje, como puede ser la dislexia.
Proponemos en este sentido, crear una tipografía para word, que sugerimos llamar «Caligrafía de la Excelencia», basándonos en el estudio de nuestra tesis doctoral, ya mencionada, y conforme a las muestras necesarias. caligráficas que publicamos en el libro Manual mente (2019), como primera herramienta, dentro del Método «3C», para maestros, que permita diseñar los cuadernos para enseñar a escribir a mano, donde, además, se pueden utilizar frases creadas ad hoc, del tipo "autoinstrucciones positivas" acreditadas científicamente, que hemos visto más arriba. De modo que, a través de la repetición de los ejercicios de aprendizaje de lectoescritura, seamos capaces de empezar a desarrollar en los alumnos de primaria un “buen carácter inconsciente”.
¿Cómo educar el inconsciente de los niños en la Escuela Primaria? (II): Cuentos.
El uso de cuentos infantiles como herramienta educativa ha sido una estrategia ampliamente utilizada por su capacidad para transmitir valores, desarrollar habilidades cognitivas y emocionales y fomentar la creatividad en los niños.
Diversos rabajos científicos muestran los beneficios de la literatura infantil en la educación de la inteligencia emocional de los niños en la escuela primaria. Así, Doyle y Connolly, en un interesante experimento llevado a cabo en 2020, examinaron el impacto de un programa basado en cuentos infantiles que abordaban temas como la empatía, la honestidad y la cooperación, en el cual participaron 120 niños de 4 a 6 años, divididos en sendas cohortes (el grupo experimental y el grupo de control).
El grupo experimental fue expuesto a una serie de cuentos diseñados para enseñar valores morales específicos, mientras que el grupo de control escuchó cuentos sin contenido moral explícito. Los resultados del estudio mostraron que los niños del grupo experimental demostraron una mayor comprensión y aplicación de los valores en cuestión, así como mejoras en sus habilidades sociales, en comparación con el grupo de control.
El artículo concluye que los cuentos infantiles pueden ser una herramienta poderosa para la educación del carácter, especialmente cuando se utilizan de forma intencional y estructurada. Además, los autores sugieren que la inclusión de actividades de reflexión y discusión después de la lectura de los cuentos puede amplificar los beneficios educativos.
En opinión del investigador y profesor de Neurociencia, Óscar Vilarroya (2019), la ficción es un espacio de aprendizaje y entrenamiento de nuestras habilidades sociales, y se pregunta retóricamente si hay algo mejor que contar o escuchar historias.
Por su parte, el investigador y divulgador científico en el ámbito de la psicología cogniva, Héctor Ruiz nos recuerda que nuestro cerebro se maneja mucho mejor con los ejemplos que suponen las narraciones, sobre todo, porque muchos cuentos terminan con un mensaje final que señala el trasfondo de la historia.
Anderson y Richards (2019) investigaron si los cuentos infantiles pueden ser utilizados para desarrollar habilidades socioemocionales en los niños. El estudio encontró que los cuentos que abordaban temas como la amistad, la resolución de conflictos y la empatía ayudaban a los niños a identificar y gestionar sus propias emociones, así como a entender las emociones de los demás.
Por su parte, White y Rizzo (2020) examinaron el impacto de los cuentos infantiles en el desarrollo del carácter en niños de 6 a 12 años. Concluyeron que los cuentos que incluyen lecciones morales claras y personajes con características éticas les ayudaban a internalizar valores como la honestidad, la empatía y la perseverancia.
Dentro del Método «3C» trabajamos en la escritura de 9 cuentos ad hoc que fomenten respectivamente los 9 ítems de carácter que sugiere la PNC. Naturalmente, los maestros también pueden utilizar cuentos infantiles clásicos que ayuden a desarrollar un buen autoconcepto, el optimismo, la perseverancia, la buena gestión emocional, etc.
Hay que advertir que cuando los padres les preguntan a sus hijos qué libro les apetece que les lean, una gran mayoría suelen pedir una y otra vez el mismo título. Aunque a las personas mayores pueda parecernos contraproducente, en realidad no lo es. Las criaturas tienen razón. La lectura es más eficaz cuanto más se repite. Una exposición simple no es suficiente para memorizar el caudal de riquezas narrativas de un determinado cuento. Cuando se lee varias veces un mismo contenido, la interiorización aumenta significativamente.
Los protocolos de repetición son más eficaces debido a que su aportación se mantiene a largo plazo. Además, esto comporta un círculo virtuoso, según muestran un gran número de estudios: el cerebro memoriza con mayor facilidad una información que puede asociarse con conocimientos ya almacenados previamente, ya que se maximiza su funcionamiento al integrar los nuevos saberes en una red neuronal preexistente.
¿Cómo educar el inconsciente de los niños en la Escuela Primaria? (III): Canciones.
Las canciones infantiles, con su combinación de ritmos pegadizos y letras educativas, juegan un papel fundamental en la formación del carácter de los niños. No sólo captan la atención de los más pequeños, sino que también ofrecen un medio eficaz para enseñar valores y comportamientos pro-sociales de forma accesible y memorable.
Las canciones infantiles tienen un significativo impacto en el desarrollo integral de los niños. Gracias a sus letras y melodías, mejoran el desarrollo del lenguaje y la memoria, influyen positivamente en el desarrollo emocional y social, inculcan valores éticos y fomentan la creatividad y el pensamiento crítico. sirven, en definitiva, como herramientas poderosas para la educación del carácter inconsciente de los niños contribuyendo a su crecimiento cognitivo, emocional y social.
Trehub y sus colegas llevaron a cabo una investigación en la que estudiaron cómo las canciones cantadas por los padres influían en el desarrollo emocional de los niños ayudándoles a comprender y expresar sus emociones.
Por su parte, Campbell y Scott-Kassner (2013) afirman que las canciones infantiles pueden inculcar valores y comportamientos positivos. Sostienen que sus historias y personajes a menudo moldean comportamientos deseables y resuelven conflictos de manera constructiva, contribuyendo también al desarrollo integral. De forma similar, Gunawan y Zulaeha (2016) defienden que las letras de canciones infantiles pueden ayudar a construir buenos roles desde una edad temprana.
Además, la participación en actividades musicales como cantar canciones infantiles puede estimular el desarrollo cognitivo, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas en los niños. Según Schellenberg (2005), la música tiene un impacto positivo en las habilidades cognitivas, lo que puede facilitar su aprendizaje en otras áreas.
Hargreaves y North (2017) también destacan que la música tiene el poder de influir en el desarrollo emocional al proporcionar a los niños herramientas para expresar y gestionar sus emociones. Las canciones infantiles promueven habilidades sociales al animarles a participar en actividades grupales como cantar y bailar juntos.
Por último, las letras repetitivas de muchas canciones infantiles facilitan el aprendizaje y la memorización de conceptos clave. La repetición no sólo ayuda a consolidar la información en la memoria de largo plazo, sino que también refuerza los mensajes educativos transmitidos a través de las canciones. Según Gordon la exposición repetida a la música puede ayudar a los niños a internalizar comportamientos y valores.
En un estudio Saricoban y Metin (2000), además, encontraron que utilizar canciones en el aula tiene muchas ventajas, dado que las canciones son altamente memorables y motivadoras.
En una propuesta que remite al Método «3C», Herdiati y Saputra (2022) se plantearon el objetivo de producir una colección de canciones sobre educación del carácter para estudiantes de primaria, que incluyera valores como la disciplina, la cooperación , la honestidad, la responsabilidad y la tolerancia. Concluyeron que las letras de las canciones mejoran el carácter desde una edad temprana.
Las canciones infantiles, pues, se convierten en una herramienta poderosa para la educación del carácter, por lo que, en el contexto del Método «3C», nos hemos propuesto confeccionar 9 canciones infantiles, cuyas letras y melodías fomenten respectivamente las 9 fortalezas de carácter que permitan a los niños desarrollar una "personalidad escogida" para vivir inteligentemente.
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Autora Best Seller Biología de la Felicidad, Conferenciante y Formadora, Advisor de la World Happiness Foundation. Profesora de la Universidad de Murcia Coaching Agente de Cambio
2moGraciasss ‼️ 🫂
Consultora Grafoanalista HR. Perito calígrafa judicial.Reeducación escritura. Trab. Social Forense.Diseño, eventos RSC.
2moGràcies Joaquim per participar i comptar amb la teva experiència!