«F = B x A x P»: La fórmula de la felicidad psicológica
Hace escasos días recibí en casa un libro (generosamente dedicado por su autor, mi entrañable mentor accidental, el admiradísimo filósofo y pedagogo, José Antonio Marina), titulado El club de los buscadores de soluciones, tal vez parafraseando el nombre de la emblemática película, El club de los poetas muertos.
Lo edita Boldletters, dentro de su colección Chic@Genial. Según cuentan sus creadores, La serie Chic@Genial es definitiva para que los preadolescentes crezcan conscientes, informados y con la confianza que les permita desarrollar todo su potencial. Se trata de libros magníficamente ilustrados (en el caso que nos ocupa por Raquel Gu) de no ficción y de contenido práctico y didáctico, dirigidos a los púberes de 8 a 14 años, que les informan, preparan y ayudan a afrontar los cambios físicos y emocionales que vivirán en esos años.
Sin embargo, Marina sí ha escrito una ficción, a sabiendas que adoptando esta estrategia literaria, su mensaje llegará con mayor eficacia al público preadolescente al que va dirigido. La historia se sitúa en un instituto público (Antonio Machado), donde el curso anterior se suicidó Luis, un alumno víctima de Bulling. La Escuela emprende un proyecto original, por iniciativa de la profesora de matemáticas, que decide hacer un paréntesis en las materias propias de su asignatura para abordar, en palabras suyas «cómo se resuelven los problemas en general» y, muy en especial los de tipo práctico, aquellos que no finalizan cuando se encuentra la solución, sino hasta que esta se implementa.
El perspicaz Marina bautiza a la profesora con el nombre metafórico de Sofía
Como es conocido, Sofía proviene del griego antiguo «sophía», que significa «sabiduría». Más allá de su traducción literal, este nombre lleva consigo un simbolismo profundo y universal. Sofía representa la búsqueda del conocimiento y la comprensión, la capacidad de ver más allá de lo evidente y captar la esencia de las cosas. En un sentido metafórico, Sofía encarna la luz de la razón y la introspección, cualidades que invitan a la reflexión y el crecimiento personal. Así, llevar el nombre Sofía puede verse como un recordatorio constante de la aspiración humana por la verdad.
Por su parte, la profesora de matemáticas aludida se apellida Bourbaki, Y es que el autor no deja ningún hilo suelto:
Bourbaki es el seudónimo colectivo utilizado por un grupo de matemáticos franceses fundado en la década de 1930 que transformó profundamente la matemática moderna. Este grupo, que incluía figuras como André Weil, Henri Cartan y Jean Dieudonné, se propuso escribir una serie de textos que formalizaron las matemáticas de manera rigurosa y estructurada. Bajo el apellido de Bourbaki, el grupo no solo buscó simplificar y unificar el lenguaje matemático, sino también eliminar las inconsistencias y ambigüedades en los fundamentos de la disciplina.
El club de los buscadores de soluciones está coprotagonizado por Iván, un chaval que aspira a ser escritor y que al final del libro se plantea llegar a ser político; por su amor platónico, Clara; por una chica de origen magrebí, Aisha; y por un emprendedor de procedencia rural, Manolo; y se cuenta a través de la transcripción de sus diarios íntimos.
Mi última, por ahora, «Conversación con mi mentor: José Antonio Marina».
Como saben, hace unos meses tuve el honor de almorzar con JAM en Madrid, con motivo de los dos libros, Conversaciones con mi mentor I y II, de «entrevistas» a sus obras, que durante el curso pasado fui escribiendo semana a semana, y de las que puntualmente fui dejando testimonio en esta misma tribuna.
En esa entrañable velada, JAM aceptó prologar mi libro, pero me encargó escribir un epílogo, una especie de cartografía de su obra, según iba apareciendo en las distintas «entrevistas» que en él se transcribían.
He escrito y reescrito al menos una decena de veces este epílogo de marras (los deseos de Marina son órdenes para mí), sin obtener ningún resultado satisfactorio, puesto que no conseguía dar con una solución mínimamente a la altura de su obra. Pues bien, al cerrar el ejemplar de El club de los buscadores de soluciones, presiento que he encontrado la brújula que orientará mi capítulo final, puesto que este libro dirigido al público preadolescente, aborda de una forma amena y brillante los temas que desde hace décadas (pre)ocupan al autor, y han sido el motor de su egregia labor investigadora: del talento al diálogo interior, pasando por la felicidad privada y la pública, los derechos humanos, las culturas triunfantes y las fracasadas, o la sexualidad.
«El talento es la inteligencia entrenada.»
Ficha técnica
Título: El club de los buscadores de soluciones
Ilustraciones: Raquel Gu
Nº de páginas: 144
Editorial: Boldletters
Colección: Chic@Genial
Nº: 7
Año de la 1ª edición: 2024
Plaza de edición: Barcelona
Querido JA, hace algunos años un amable seguidor de mi obra me mandó una foto de mi libro Emocional mente expuesto en el escaparate de una ¡Parafarmacia! Por ello no me ha sorprendido que afirmes, con tu sentido del humor habitual, que tu fórmula de la felicidad (F =B x A x P) debería venderse en farmacias...
Querido Quim, todos los seres humanos buscan la Felicidad, pero nadie sabe con exactitud qué es eso. Todos los filósofos se han hecho esta pregunta y la han contestado de diferentes maneras. Unos han dicho que el Placer; otros, que el Dinero; o el Poder; o el Conocimiento o, incluso, Dios. Pero hoy deseo compartir mi secreto. La felicidad es el producto de 3 componentes.
F =B x A x P ¿Qué significan estas letras?
«B» significa bienestar, es decir buena salud, comodidad, los placeres de la buena vida, el sexo.
Y, por supuesto, no es bastante...
Pues no, como sabes muy bien Quim, porque necesitamos los otros dos factores. La «A» significa Amor, en cualquier forma: enamoramiento, amistad, cordialidad, buen rollo..
¿Y la «P»?
La «P» significa Progreso, sentir que aumentan nuestras posibilidades , que no estamos estancados, que somos capaces, que no somos IN-SIG-NI-FI-CAN-TES. Nadie quiere ser insignificante. Bueno, pues, somos felices si conseguimos una buena puntuación en esas tres asignaturas. Lo malo es que pueden chocar entre sí.
¿Chocar?
Sí Quim. Si, por ejemplo, aspiro sobre todo a la buena vida, solo pensaré en pasarlo bien y no cuidaré mis relaciones. Tampoco progresaré, porque eso supone cierto esfuerzo. Así, que reconociendo esta dificultad, voy a definir la Felicidad como la armoniosa satisfacción de nuestros tres grandes deseos: pasarlo bien, tener buenas relaciones y sentir que progresamos.
Dicho así, JA, más que factores parecen sumandos...
Mira Quim, si lo escribo en forma de multiplicación, es porque si lo pensamos bien: ¿Qué resulta si multiplicamos una cantidad por cero.?
Pues que la «F» de felicidad daría cero.
Eso quiere decir que si alguno de esos factores no existe, el resultado, es como dices tú, cero.
Sin embargo, JA, en tu fórmula, la «F» habla de la felicidad individual o privada, pero a ti te gusta hablar, sobre todo, de la felicidad pública.
En efecto, todo lo dicho antes se refiere solo a la felicidad psicológica, a la que podemos sentir cada uno de nosotros, pero existe otra Felicidad en mayúscula más importante, porque nos afecta a todos. Se trata de la felicidad social, la felicidad pública, la felicidad política, es decir de la polis, de la ciudad. Fíjate, Quim, en lo que decía la primera constitución española, la de 1812, a la que llamaron La Pepa, porque se firmó el día de San José: «El objeto del gobierno es la felicidad de la nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen».
¿Es quizá por eso que el entrañable coprotagonista Iván, quien desde siempre ha querido ser ingeniero informático y escritor, dice: «Lo que estoy pensando es que tal vez me gustaría ser político»?
Claro Quim, pero desde la óptica de mi anterior libro Historia universal de las soluciones, del que ya conversamos en una anterior ocasión...
... Si te acuerdas, allí me reafirmaba en la idea de que necesitamos mejorar nuestra inteligencia resuelta, nuestra potencia heurística, nuestra capacidad para resolver bien los problemas, nuestro talento político. En la Academia del Talento Político, que propuse en el libro, al comienzo de curso, me parece importante explicar a nuestros alumnos -futuros gobernantes o responsables ciudadanos- la superioridad de la inteligencia práctica sobre la inteligencia teórica, y también de la Gran Política como culminación de esa inteligencia práctica. En este sentido, Iván se da cuenta que sería estupendo convertirse en un solucionador de problemas.
Y de eso trata Historia universal de las soluciones, donde, querido JA, muestras la posibilidad de fundamentar una moral universal, una ética, siguiendo nuestro impulso hacia la felicidad, el cual -como paso previo- nos encamina, según sostienes, a la felicidad pública.
Estructuras El club de los buscadores de soluciones en 9 lecciones. ¿Cuál es la primera?
La primera lección se llama ¿Qué es un problema?
A ti te lo pregunto, JA: ¿Qué es un problema?
Pues es algo que nos impide el paso. Algunas veces no podemos avanzar porque no sabemos lo que queremos. Otras veces podemos saber lo que queremos y no saber cómo conseguirlo. También puede suceder que sepamos lo que queremos y cómo podríamos alcanzarlo, pero que nos dé miedo ponerlo en práctica.
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¿Y entonces?
Ante los problemas podemos deprimirnos, enfadarnos, quejarnos o intentar resolverlos.
¿Es en este sentido que hablas de personas NHL y personas NLH?
Ja, ja, ja. NLH significa «No lo hagas, ¡laméntate!», mientras que NLH, por el contrario, significa «No te lamentes, ¡Hazlo!». Las primeras son personas reactivas. Las segundas son personas proactivas.
Las personas reactivas suelen girar en bucle...
Y la salvación, Quim, está en romper ese bucle, desatar el nudo que nos inmoviliza. En la India había una antigua tradición: cuando un niño nacía, se deshacían todos los nudos que había en la casa: en los trajes, en las cortinas, en los zapatos. Los padres querían que el niño naciera en un mundo sin nudos. Para ellos el nudo era símbolo de problemas, de enredos, de ataduras, de falta de libertad, de serpientes. Por desgracia, hay muchos nudos, pero nosotros deberíamos aprender a deshacerlos.
Sin embargo, JA, a pesar de que los nudos producen malestar, incluso angustia, con frecuencia en vez de resolverlos nos limitamos a eliminar ese malestar, por ejemplo tomando ansiolíticos o consumiendo alcohol u otras drogas, con lo que no solucionamos nada...
Y es por eso, Quim, que en mis libros propongo seguir al escritor italiano Pietro Aretino (1492-1556) ...
.. .quien sugería Vivere risolutamente. Es decir, que hay que vivir resueltamente, con determinación, sin miedos, enfrentándonos con los problemas. Lo contrario sería vivir conejunamente, como un conejo, siempre dispuesto a refugiarse en su madriguera.
De ahí que aconsejes convertirnos en buscadores de soluciones...
En efecto, este debería ser el emblema de todas las personas, y sobre todo de aquellas que decidieran dedicarse a la política.
En la segunda lección, JA, hablas de las ataduras imaginarias...
Porque date cuenta, Quim, que hay ataduras imaginarias que pueden paralizarnos como si fueran reales. Tú que eres profesor de matemáticas me los has comentado muchas veces: ¿Cuántos de tus alumnos consideran que no valen para las matemáticas?
La gran mayoría, y, como te he dicho en muchas ocasiones, después de 46 años de docencia de asignaturas numéricas, y de más de 100.000 alumnos, te aseguro que no me he encontrado a ninguno que fuera realmente de letras. Es una creencia absolutamente falsa.
Y es que no debemos precipitarnos al considerar que algo nos sobrepasa, que somos incapaces de hacerlo, porque tal vez no lo seamos.
Disculpa JA, que lleve el agua a mi molino. Los niños a los que les cuestan las matemáticas, suelen ser críos con una escasa memoria de trabajo. La memoria de trabajo es la puerta de entrada del aprendizaje. Simplemente por el mes en que han nacido (acaso a finales de año) o por razones hereditarias, entre las que se cuenta el TDAH, tienen una puerta algo más pequeña, de modo que si su maestro no gestiona bien la denominada carga cognitiva se pierden a las primeras de cambio, desconectan y se desaniman. Los docentes debemos aprender a gestionar la carga cognitiva de nuestras sesiones formativas para no dejar a ningún niño en el camino.
En efecto, Quim. Mira hay una historia que deberíamos conocer todos. La de las cosas que alguien propuso y que se consideraron imposibles sin serlo realmente, Por ejemplo, volar o ir a la luna. Lo importante es que no nos demos por vencidos antes de intentarlo. Se trata de ver la vida como una escape room, donde hay que ingeniárselas para encontrar la salida.
He de confesarte, JA, que me entusiasma la tercera lección, así que voy a plagiarte el nombre, «El talento es la inteligencia entrenada», para titular esta «entrevista» a tu libro El club de los buscadores de soluciones.
Como te decía antes, Quim, si piensas que eres incapaz de enfrentarte a un problema acabarás siéndolo.
Creo que era Henry Ford quien afirmaba que tanto si crees que puedes como si crees que no puedes siempre acabarás teniendo razón.
Muchas veces los alumnos dicen «¡A ver si me sale este problema!». ¿Cómo que a ver si me sale? Deberíamos decir «¡A ver si lo saco!». Los estudiantes tienen que hacerse preguntas inteligentes. ¿Cuál es el origen del problema? ¿Puedo eliminar las causas? ¿Qué ocurre si hago esto o lo otro? En eso consiste la creatividad. En que se nos ocurran muchas cosas. Por eso tiene que entrenarse. Y es que, en efecto, Quim, el talento es la inteligencia entrenada, porque con el entrenamiento nos volvemos capaces de hacer cosas que antes nos superaban.
Ahí tienes el caso, JA, de la creencia de que el ser humano no podía correr los 100 metros en menos de 10 segundos....
El talento es pues la capacidad de saber qué hacer con nuestras destrezas y también con nuestras limitaciones para alcanzar los objetivos y conseguir una mejora continua.
En la cuarta lección abordas, de nuevo, la diferencia entre problemas teóricos y problemas prácticos.
Que no está de más recordar. Un problema teórico es aquel que se resuelve cuando conozco la solución. Estamos hablando solo de conocimiento, de argumentos, de razón. Los verdaderamente difíciles son los problemas prácticos, porque no se resuelven cuando se conoce la solución, sino cuando se pone en práctica, que suele ser lo más difícil.
Dímelo a mí, JA, el punto de partida de tu libro es el acoso escolar que ha llevado a un alumno, Luis, al suicidio. Pues bien, con el experto en bullying y grafólogo, el profesor Miguel Pérez Villoria, quien ha descubierto cómo en un análisis dinámico de la escritura de los preadolescentes puede detectarse que lo sufren, nos hemos planteado escribir un paper sobre el tema, por lo que en mi post del sábado pasado (19/10/2024) solicitábamos la colaboración de los lectores para que nos mandaran muestras de letra de víctimas. El artículo mereció 2.600 lecturas. Pues bien, ningún maestro ni ningún padre se ha puesto en contacto con nosotros...
En el capítulo 7 abordas el tema de la sexualidad que ya trataste en profundidad en tu libro El rompecabezas de la sexualidad, que en su día «entrevisté»:
Actualmente, Quim, existe una presión muy fuerte para introducir la educación sexual en las aulas, porque las encuestas han mostrado que la principal fuente de información de los adolescentes sobre el sexo son los vídeos pornográficos, y se ha detectado un repunte del machismo entre la gente joven. Debemos preguntarnos por qué, en vez de presentar una visión idílica, una cosa tan natural continúa planteando problemas.
Tú sostienes que en todas las culturas ha habido normas para regular las relaciones sexuales.
Por supuesto. La sexualidad ha estado siempre sometida a normas porque siempre ha sido problemática. También los animales, pero estos lo han resuelto a su manera. El macho dominante se queda con todas las hembras. Pero no parece una buena solución.
¡Por supuesto que no!
Los seres humanos, aunque nacimos en la selva, hemos decidido que no queremos vivir bajo esa ley. Nos cuesta trabajo porque en cuanto nos sentimos fuertes y cabreados deseamos volver a la selva e imponer nuestra ley. Pero en el fondo, los humanos no queremos estar sometidos al derecho de la fuerza, sino a la fuerza del derecho, es decir, aspiramos a que se respeten las aspiraciones de todos. De manera que para no vivir la sexualidad de la selva, como dices muy bien, se han establecido normas que rigen los comportamientos sexuales. La inteligencia humana sabe que tiene que dosificar los placeres, para dejar espacio a otras actividades.
El choque entre la «B» y la «P» de tu fórmula de la felicidad psicológica...
En efecto, Quim. Además en la sexualidad se mezclan sentimientos y emociones fortísimas. Y eso nos puede complicar la vida y complicársela a los demás. Por ejemplo, los celos o el afán de poder.
O simplemente el amor...
Claro, porque en el fondo lo que todos queremos no es un buen polvo, sino una sexualidad feliz y duradera.
En la quinta lección hablas de la política como, una vez más, el medio para resolver problemas sociales y alcanzar la felicidad pública, y no puedo más que exclamar:¡Ojalá!
Los grupos tienen su propia inteligencia, y pueden ser listos o tontos, y lo mismo ocurre en las organizaciones y hasta en las naciones. Serán tontas o listas dependiendo de si son capaces de resolver los problemas o no.
Pues que quieres que te diga, JA, veo mucha tontería en el mundo...
De ahí la importancia de los derechos. Tenerlos, Quim, nos permite disfrutar de las cosas, igual que tener agua corriente nos permite disfrutar del agua. Cuando alguien dice que tiene derecho a la educación, eso significa que puede abrir el grifo y le llega un puesto escolar. Lo importante es preguntarnos cuánta gente tiene que colaborar para que eso sea posible. Pero volviendo a los grupos listos o tontos: las familias, las empresas, las organizaciones se enfrentan a problemas comunes y pueden tener mayor o menor capacidad para resolverlos. Imaginemos una sociedad dividida por odios o por envidias. Será incapaz de construir una convivencia feliz y próspera.
De modo que, parafraseándote, JA, un grupo inteligente estaría formado por una serie de personas, que tal vez no sean extraordinarias individualmente, pero que por el hecho de colaborar de una manera determinada, pueden producir resultados extraordinarios.
Y a ese plus, Quim, sugiero llamarlo inteligencia de grupo.
¿Qué papel juega en esto lo que tú denominas El efecto Medici?
Hay un bucle que nos paraliza, pero hay otro bucle prodigioso...
... que hace que nuestra inteligencia pueda alimentar la inteligencia del grupo, que a su vez alimenta nuestra inteligencia y entonces la hace más poderosa y puede saltar de nivel. En el Renacimiento, durante el gobierno de los Medici, una familia de banqueros, Florencia se convirtió en una concentración de talentos. Leonardo, Miguel Ángel, y grandes escritores y filósofos. Esto es a lo que llamo El efecto Medici.
En la sexta lección vuelves a uno de los leit motive de tu extensa y extraordinaria obra: las normas y la justicia, hasta el punto que en El club de los buscadores de soluciones, lo tratas en primera persona, definiéndote como un falso joven. Te sugiero eliminar de tu autodefinición la palabra falso: opino que nos mantenemos jóvenes, mientras seamos capaces de continuar concibiendo sueños, es decir objetivos con alas, y tú no paras, a pesar de tus ochenta y cinco años, llevados, por cierto, de maravilla.
Gracias Quim, pero recuerda que tus elogios hacia mi persona y hacia mi obra siempre me abruman. La pregunta que hay que hacerse es ¿para qué implantar y defender la justicia? Y la respuesta es: porque de ella depende la felicidad pública, que nos interesa a todos.
Debo confesarte en este sentido que como profesor de matemáticas enamorado de las elegantísimas demostraciones ad absurdum, me fascina tu planteamiento de demostraciones ad horrorem.
Claro Quim. Si no se respetan las reglas que nos hemos dado entre todos, lo que aparece es el horror. Lo podemos ver por televisión. Es lo que está sucediendo en Ucrania o en Gaza.
De la séptima lección, Reactivos y proactivos, ya hemos hablado al definir a las personas NHL y personas NLH, por lo que si te parece entremos de lleno en la octava lección, en la que tratas otro de los grandes leit motive de tus obras: los proyectos.
Y date cuenta, Quim, que hasta ahora hemos hablado de pro-blemas que tienen el mismo prefijo que pro-yectos. Como sabrás, el prefijo pro- significa algo que está delante de nosotros. Pues bien, los seres humanos tenemos la posibilidad de elaborar proyectos... y el tema debería interesar a los jóvenes porque la adolescencia es la edad de hacer proyectos. Debemos recordarles que en la vida si no eligen sus propios proyectos, los demás los elegirán por ellos.
En este sentido, JA, a mis alumnos universitarios les recuerdo que si no conciben su propia agenda, acabarán formando parte de la agenda de otros....Y así llegamos a la última lección: la novena.
Que trata de un tema fundamental: nuestro diálogo interior. Y es que una parte muy relevante de nuestras vidas va a depender de cómo nos hablamos a nosotros mismos. Podemos animarnos o desanimarnos y eso va a marcar una gran diferencia.
Conjurémonos, pues, JA, para decirnos una y mil veces a nosotros mismos: Yes, we can. Y ya solo nos quedará esperar el milagro.
Hasta tú próximo libro, querido JA. Que no nos falte nunca tu sabiduría y tu esperanzadora manera de ver las cosas.
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1 mesBuenos días quería solicitarle el maravilloso ebook de las 5 herramientas neurocaligraficas.Seria una fantástica herramienta.Muchas gracias!!!!!
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Presidente del Instituto de Programación Neuro-Caligráfica
2 mesesGracias a tod@s por recomendar o compartir mi último post.