8M: mis reflexiones y un reto
Hoy es el 8M: el día de mujer. Un día bonito para muchas, pero que levanta ampollas entre el "feminismo". Hoy voy a opinar. No digo que mi visión sea la mejor ni la única, solo es la mía y de eso creo que va el feminismo: respeto sin juicio.
Son 3 palabras pero ¡QUÉ COMPLICADAS! Voy a repetirlas: respeto sin juicio. ¡Qué jodido, amiga!
Somos la cultura del juicio, del prejuicio, de la opinión cuñadística, de las expertas sin fundamento y de la doctrina radical... Y para que conste, voy a confesarme aquí en semi-privado: fui una mujer joven adicta al cotilleo y el critiqueo. De los 24 a los 28 lo mejor que me podía pasar era "hallar" un secreto jugoso o una falta grave en otra persona (preferiblemente mujer) de la que hablar, rajar y criticar: no depilarse, ser gorda, vivir desesperada por tener novio... lo que fuera. No hay nada peor que la viga en ojo propio. Era la época que vivía en "lo normal": tenía un trabajo guay, vivía sola y a todo tren, era una joven de éxito, libre y profesional.
En mi etapa escolar, fui una niña gorda, empollona, con gafas y con habilidad social muy limitada. Supongo que por eso era tan feliz en mi etapa siguiente de "popu" de la clase. Era mi venganza personal contra aquellas niñas que me hacían sentir como una mierda (tengo que admitir que me encantaría reencontrarlas para ver cómo las ha tratado la vida).
Y a partir de los 30 empezó el proceso de equilibrio: ser popu no era suficiente y empecé a ser "menos popu" y más coherente. De ahí volvieron las habladurías, críticas, comentarios y opiniones no solicitadas sobre mi persona y mi estilo de vida. ¿La diferencia? A esa edad me resbalaba todo, porque sabía lo que quería. Me metí en terapia seria para curar las heridas y acabar de cerrar los socabones emocionales.
Emergí con claridad para darme cuenta que tengo el juicio fácil. Intento comprender. Y no me sale natural, pero me obligo y me encuentro en situaciones complejas. Mirar sin juzgar nos enfrenta a aquello que no nos gusta y que no está bien visto. Te dejo algún ejemplo para que nos entendamos.
Tengo muchas preguntas y no tengo respuestas, la verdad. Hay días que pienso que "un hombre es un hombre y una mujer es una mujer" al más puro estilo de mis abuelos y hay días en que soy fan del "arrímate a quien te haga feliz y no mires atrás". En general soy muy de lo segundo pero ante las preguntas complicadas, me sale el reflejo abuelístico-cuñadístico: "¡Nadie con libertad querría ponerse un pañuelo! Esa es una opresión del patriarcado, tan profunda que la mujer lo ve como natural". Pues no sé chica. Es complicado: ¿Qué es cultura y qué es herencia? ¿Dónde empieza la libertad personal y la colectiva? ¿Dónde "lo que es correcto en nuestra cultura" se convierte en una opresión sobre otros seres humanos?
Me complico. Lo sé, pero es que el feminismo, como los movimientos sociales es complejo. No es unitario, no hay un partido que sea su propietario. Ser feminista, muchas veces es cuestionarse la herencia propia.
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¿Si das el pecho eres mejor madre? ¿Si no dejas tu trabajo eres peor madre? ¿La medicina homeopática es de mejor madre o darle medio Dalsy y pal cole es de peores madres? Juzgar es gratis, entender es complicado.
Soy "mala Feminista". Me cuestiono los dogmas, me cuestiono las preguntas, igual es porque tengo sesgo de género heredado, igual. No digo que no. Puede ser.
Hoy no sé si celebro, pero lo que sí hago es luchar, militar y trabajar para que cada mujer de la tierra tenga el respeto de las demás. Si no empezamos por ahí, no tenemos base sobre la que construir. Lo digo siempre que se me pregunta: ser feminista empieza por no juzgar a la vecina en su vida y sus decisiones. En no "aleccionar" de manera no solicitada sobre "lo que deberías hacer" o "a ti lo que te pasa es que...".
Hay verdaderos horrores que no deberían suceder, pero vienen de la educación en el no-respeto: violar, abusar, gritar... eso es educación sin respeto a la otra persona. Cada día hago un ejercicio de explicar a mini-yo que quizás el niño chulito de su clase, chulea porque se siente poca cosa y débil. No le parece justo que yo "justifique" el comportamiento de un abusador. Solo intento hacerle ver las dos caras de la misma situación, para que cuando los "popus" le acepten no participe del machaque. No es inmediato, pero ponerte en el lugar de los demás, es un ejercicio que requiere tiempo. Espero no llegar al final y darme cuenta que era la estrategia equivocada.
Feliz día, celébralo como quieras, sé feliz y te lanzo un reto: ¿Estamos todo el día pensando en por qué la otra hace lo que hace antes de llamarla, de juzgarla, de contestarle mal un mail? ¿Te apuntas?
Un abrazo grande de feminista como puedo.
alba