Inicio de temporada en septiembre y no en enero
Seguro que más de una vez te has planteado «cambiar tu año». Dejar atrás el «enero/diciembre» y pasarte al lado oscuro del «septiembre/agosto».
Realmente, gran parte de tu vida inicial fue así. El año empezaba con las clases en septiembre, desde la guardería hasta la universidad o incluso el máster. Eso podrían llegar a ser entre 18 y 24 años en el que tu vida se regía con el «calendario escolar».
Las vacaciones de navidad era un descanso a casi medio camino. Es más, como buen estudiante que eras, tenías 2 semanas de descanso, con regalos, fiestas y celebraciones.
Dudas y más dudas
Las personas, por norma general, nos ponemos propósitos de año nuevo para empezar en enero. Pasamos las navidades dándolo todo y prometiéndonos que en enero sí que sí, que vamos a cambiar algunas cosas.
Pero, aquellas personas que emprendemos o que estamos al cargo de equipos y empresas, los propósitos llegan en verano. Después de un mes de agosto donde, o bien tenemos vacaciones, o todo está parado y tenemos «vacaciones», nos planteamos mejorar las cosas en septiembre.
Todo en la empresa funciona con un año natural, la facturación, los objetivos, etc. Pero, internamente, es septiembre donde empieza el año. Es ahí donde muchos de nosotros, planificamos lo que será la nueva temporada.
Es más, seguro que has visto cómo los programas de TV, radio, los pódcast, series, etc. todos empiezan la nueva temporada en septiembre.
Mix de calendarios
Tenemos claro que no podemos cambiar el año natural. Que la contabilidad, impuestos, etc. seguirán funcionando como hasta ahora.
Pero... ¿Y si hacemos un mix?
En mi caso, mezclo los dos calendarios para que así ambos se adapten a mis proyectos y formas de trabajar. Por supuesto que, trabajando para uno mismo y con proyectos propios, este tipo de pruebas y experimentos son más fáciles de gestionar.
Esta forma de trabajar hace que haya un «desfase» entre ambos calendarios. Por lógica, debería de ser más fácil poner todos los objetivos, métricas, OKR, etc. en enero, y tenerlos cumplidos para diciembre.
Pero, gracias a este desfase, siento que tengo más libertad a la hora de «pivotar» y cambiar algunas cosas.
Es ese «descanso» de agosto, el que me permite parar a pensar, analizar y ver cómo va el año. Dado que en septiembre empieza «el nuevo curso escolar», y tengo que mirar hasta agosto del año siguiente, esto me permite pararme a pensar en el próximo año y cómo quiero/espero que sea.
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Podríamos decir que, en vez de pensar de año en año, más bien pienso de año y medio a año y medio (y casi que dos años).
Ejemplo real
Al inicio de 2022 me planteé que, para final de año, debería ir dejando atrás mi marca personal de WordPress y profundizar más en mi trabajo del día a día: consultor y mentor de PROductividad.
Esto dejaba unos objetivos claros de facturación y de tiempo invertido en diferentes proyectos. Dejaba claro que, para 2023, debería tener una marca ya más consolidada y tener una consultora.
Perfecto, ya tenemos un plan bien delimitado y es hora de ponernos a ello.
¿El problema?
Que las cosas cambian. Que en un año pueden pasar muchas cosas. Lo que parecía lógico, ya no lo es tanto. Es ahí donde entra el calendario escolar. Ese calendario que me permite invertir tiempo en agosto para pensar, para analizar, y revisar todo.
Es por eso que este agosto he trabajado mucho en la parte de la consultora. En aquello que iba a ser para enero, pero parece que será para septiembre (u octubre). Una planificación de «temporada» que tiene como objetivo llegar al verano de 2023 con la estructura y todas las bases de la consultora lista para darlo todo en septiembre de 2023.
¿Y cómo se alinea eso con los objetivos del año natural?
El resultado es que se acelera el dejar atrás esa marca personal de WordPress. Pero no se para como tal, sino que, para alcanzar los objetivos de facturación, se buscará poder ingresar dinero directo que no me ate para 2023 (como ya pasó con 2022).
Además, lanzar la consultora en septiembre/octubre, ayudará a generar más ingresos antes del cierre de año.
¿Tiene lógica lo que hago?
Probablemente no. Probablemente, sea una tontería y es lo que ya hace todo el mundo con su año natural.
Pero, quería compartirlo por si os es de ayuda y os aporta algo.
¿Cómo gestionáis vuestro calendario anual?
Especialista en marketing y comunicación digital. Creación sitios web WordPress.
2 añosHola Ibón. ¡No estás solo! Yo también utilizo este sistema de doble calendario. El que empieza en septiembre para establecer los objetivos y proyectos para cumplir durante lo que se denominaría "curso escolar" y el anual que básicamente está impuesto por el calendario fiscal y contable.
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2 añosUna muy buena cuestión esta que planteas Ibon. En mi caso, a nivel vital, el gran STOP lo sigo haciendo en Diciembre, o en los primeros días de Enero. Es un buen momento para hacer retrospectiva y aprender de uno mismo, antes de continuar el camino. Pero lo cierto es que a nivel profesional, como dices, va como las series (o las temporadas deportivas) y empieza en Septiembre. Siempre la pregunta es ¿Qué quiero que pase en la nueva temporada?
Docente de Agentes del Cambio para digitalización de PYMES | Diseño sitios web con embudo funcionando para generar ventas desde el primer día 🤑🧲 ¿Hablamos?
2 añosA mi me gusta planificar el año por cuatrimestres. Por lo tanto, en septiembre toca revisar y planificar sí o sí 😉
Co-Founder & CEO en Modular DS | Ayudando a los profesionales de WordPress a gestionar sus webs y a sus clientes
2 añosPues yo te respondería a tu última frase que si le veo lógica. Solo por una cosa. Justo hoy pensaba, y publicaba aquí en LinkedIn sobre ello, que cada vez tengo más claro que agosto es el mejor (por no decir único) mes en el que realmente te puedes parar a pensar y analizar tu estrategia a medio largo plazo para tomar decisiones. Y eso hay que aprovecharlo.