¡Mi hijo no quiere comer!
No es cosa rara batallar para que los niños coman verduras y todo lo que les ponemos en el plato. Nosotros como padres nos preocupamos para que nuestros hijos estén bien alimentados pero a veces nuestros esfuerzos son inútiles y solo perdemos la paciencia.
Un niño sano que por costumbre rechaza la comida nueva, diferente y que no es procesada, regularmente es resultado de una serie de hábitos aprendidos que lo encaminaron hacia ese rumbo.
Por ejemplo; endulzar la leche del bebé para que le apetezca es un grave error. La leche por naturaleza ya es dulce, aunque a muchas personas no les parezca; la diferencia es que con el tiempo el paladar de muchas personas ha ido perdiendo sensibilidad precisamente por la ingesta constante de azúcar.
Las zanahorias crudas son dulces pero insípidas, comparadas con un yogurt moderno empacado y cargado de azúcar. Imagina alimentar a tu niño con alimentos dulces empacados como el yogurt y después querer forzarlo a comer zanahorias o calabazas; sera para él como una tortura.
En mi consulta particular y talleres para empresas y lugares de trabajo, casi diario encuentro adultos que no soportan comer verduras pero su alimentación está cargada de productos light (bajos en grasa pero altos en azúcar). Acostumbrados a comer ensaladas cargadas de aderezos dulces (ranch, italiano, etc.) porque no encuentran el sabor en lo verde.
El adulto tiene la “ventaja” de poder forzarse a comer alimentos que no le saben bien pero lo hace porque comprende que es por su salud. El niño no tiene esa madurez y su percepción de lo saludable puede ser equivalente a castigo.
El niño que desde muy pequeño aprendió a detectar el sabor dulce de las verduras y frutas, no estuvo tan expuesto a los alimentos empacados y desarrolla un paladar tan sensible que con facilidad se empalaga con un yogurt moderno.
Para que un niño desde muy pequeño coma sus alimentos, se requiere imaginación no fuerza. Ya cuando sea un niño mas grande digamos 6 o mas años, sus costumbres alimenticias estarán formadas y tu no tendrás que preocuparte más.
Te recomiendo buscar en internet ideas para platillos divertidos escribiendo la palabra “fun food”. Podrás encontrar imágenes de platillos divertidos con los que puedes usar la comida para hacer figuras que tu niño encontrará divertido comer.
Personalmente aplique esta técnica casi diario desde que mis hijos eran muy pequeños. Comer siempre fue divertido para ellos y educativo sin que lo supieran. Los juegos variaban entre comer los botones de elote de la camisa de un payaso, hasta las plumas de un pavo real, echas de calabazas.
Al final el plato quedaba limpio, mis hijos divertidos y yo contento. A los 5 años mis hijos comían de todo y con gusto. Nunca he tenido que vigilar que no estén tomando soda o alimentos empacados con azúcar ya que su paladar indica el límite cuando los comen.
Comparto contigo conocimiento estudiado y aplicado siempre en mi vida para que recibas de mi parte información verídica y fácil de aplicar. Sinceramente espero que este artículo te sea útil y si así fue, por favor compártelo, ya que en la actualidad las nuevas generaciones necesitan de este tipo de apoyo y conocimiento práctico.
Saludos, Informes 567 00 92 . Armando Sánchez Díaz Medina . Entrenador (Coach) nutricional