De sueños a hechos: cómo escribir objetivos que te impulsen al éxito.

Ya estamos cerrando el año y con ello nos acercamos al momento en el que pensamos, y si nos va bien, escribimos, nuestros objetivos profesionales y personales para el próximo año.

La verdad es que no tenemos que esperar a fin de año para hacerlo, pero siempre esta idea de hacerlo al final de un ciclo, que en este caso es el ciclo del calendario que nos rige, es un buen pretexto para hacerlo.

Por eso hoy quiero contarte más sobre algunas de las herramientas que me han ayudado a cumplir con esos sueños e ideas que tenía estancados desde hace tiempo y que, una vez que los puse en papel y formaron parte de mis objetivos, se hicieron realidad.

Y no, no vamos a hablar de esos objetivos vagos como "quiero mejorar en mi carrera" o "quiero ser jefa de algo".

Hablo de objetivos con sustancia, dirección y una pizca de ambición estratégica.

¿Por qué son importantes los objetivos?

Porque sin ellos, tu carrera es como un GPS sin destino: te lleva a cualquier lado, pero probablemente no al lugar que sueñas en este momento.

Los objetivos son ese "sí se puede" que guía tus pasos, te hace priorizar y te da permiso para decirle "adiosito" a lo que no suma.

Objetivos generales vs. específicos

¡Uff! Creo que este ha sido un tema difícil para mi desde la primera vez que escribí mis primeros objetivos y créeme que ahora leo nuevamente los objetivos que escribí en alguna de mis tesis o de mis artículos y en algunos se me cae la cara de vergüenza.

Pero no hay nada que no se pueda mejorar con la práctica y de esta ya tengo un poco después de todos estos años.

Para que quede claro, aquí va la diferencia con un ejemplo de objetivo de desarrollo profesional:

• Objetivo general: "Quiero desarrollar habilidades de liderazgo para tener un rol directivo."

Suena bonito, pero... ¿cómo, cuándo, dónde?

• Objetivo específico: "Voy a liderar al menos un proyecto interdepartamental en los próximos 6 meses para ganar experiencia práctica en gestión de equipos."

Este ya tiene más sustancia y al menos se qué debo hacer para conseguirlo, ¿a poco no?

Yo lo veo de esta forma:

Los objetivos específicos son los que me ayudan a entender de forma clara y concisa cómo voy lograr los objetivos generales

Y hablando de proyectos en el ámbito laboral, la verdad es que los objetivos específicos yo los "caso" con cada uno de mis entregables. Pero otro día te platico más sobre esto.

Así que, de entrada, si tu objetivo específico no es lo suficiente claro para entender cómo, cuándo y dónde se llevará a cabo, entonces es hora de escribirlo de nuevo.

Ya les he contado que yo soy como un robot, necesito cosas que me digan paso a paso lo que debo hacer. Y por eso estoy segura que la metodología SMART será tu mejor amiga para escribir esos objetivos.

Los objetivos SMART no solo suenan fancy, ¡son efectivos! Cada letra tiene su magia:

• S (Específico): ¿Qué quieres lograr exactamente?
• M (Medible): ¿Cómo sabrás que lo lograste?
• A (Alcanzable): ¿Tienes los recursos y el tiempo para hacerlo?
• R (Relevante): ¿Esto realmente importa para tu carrera?
• T (Temporal): ¿Cuándo lo vas a hacer?

Ejemplo: Laura, ingeniera en robótica

Usemos a Laura como ejemplo para establecer un objetivo SMART.

Laura es una ingeniera que ha estado desarrollando investigación relacionada a la inteligencia artificial y la robótica. Lo que Laura quiere lograr el próximo año es dar una conferencia en un evento internacional.

Aunque puede sonar lo suficientemente concreto, aún nos falta definir algunas cosas.

Vayamos paso a paso:

• S (Específico): ¿Qué quieres lograr exactamente?

Laura quiere dar una conferencia en un evento internacional en el próximo año.

• M (Medible): ¿Cómo sabrás que lo lograste?

Porque habrá dado la conferencia en un evento internacional.

• A (Alcanzable): ¿Tienes los recursos y el tiempo para hacerlo?

Si tiene los recursos, pero aplicando únicamente a un evento, no le garantiza que tu conferencia será aceptada para ser parte del programa del evento internacional. Por eso será necesario aplicar, al menos, a 5 eventos internacionales.

• R (Relevante): ¿Esto realmente importa para tu carrera?

Para Laura es relevenate no solo compartir su conocimiento, sino enfrentar sus ideas a un grupo de colegas que pueden retroalimentar su trabajo y encontrar nuevas personas aliadas para seguir desarrollando su proyectos de robótica.

• T (Temporal): ¿Cuándo lo vas a hacer?

Laura quiere dar su conferencia en el próximo año, así que deberá aplicar a estos eventos con anticipación. Esto significa que debe identificar los eventos y aplicar a 5 de ellos al menos en el primer trimestre del año.

Y al final, ¿cómo quedaría escrito el objetivo SMART?

"Voy a postularme como ponente para cinco conferencias internacionales en el primer trimestre, preparando una presentación sobre mis avances en IA aplicada a la robótica."

Cómo empezar: 6 pasos para crear tus objetivos SMART

Y como te dije antes, todo esto lo podemos mejorar con la práctica. Pero a veces necesitamos un empujoncito para empezar. Así que aquí te dejo 6 pasos que pueden ayudarte a empezar con esta práctica:

1. Haz un brain dump: Anota TODO lo que quieres lograr, sin filtros ni juicios.
2. Prioriza: Escoge los 1-2 objetivos que realmente te hacen vibrar.
3. Escríbelos SMART: Dale forma con la metodología.
4. Divide en microacciones: Cada gran objetivo necesita tareas pequeñas que lo construyan.
5. Ponte fechas límite: ¡No lo dejes en el limbo! Decide fechas.
6. Revisa y ajusta: Si algo no va según lo planeado, cámbialo sin culpa.

Buenas prácticas para objetivos que se cumplen

• Ten un sistema de seguimiento: Usa apps, libretas, lo que funcione para ti.
• Comparte tus objetivos: Cuéntaselos a alguien de confianza. El compromiso social funciona.
• Celebra cada avance: ¿Lograste un micro-paso? ¡Saca el confeti!

Errores comunes que nos sabotean

• Ser demasiado genérica: “Quiero crecer en mi carrera” es bonito, pero vacío.
• Olvidar medir el progreso: Sin datos, no sabes si avanzas o te quedas en el mismo lugar.
• Plantearte objetivos poco realistas: No quieras aprender tres lenguajes de programación en un mes.

Tú puedes con todo esto y más

Así que este es tu recordatorio de que no estás sola en esta aventura.

Escribir buenos objetivos es como hacer ingeniería contigo misma: defines los requerimientos, trazas el plan y ejecutas.

Hazlo y, cuando lo logres, ¡ven a contarlo!

Tu historia puede ser la que inspire a la siguiente generación.