La brecha de género en los empleos del futuro

Por Ana Muñoz Vita

El futuro del empleo viene dictado por el avance de la tecnología. Es en este campo donde se encuentran más posiciones y mejores condiciones laborales. Lo que no se hallan tan fácilmente son mujeres, pues estas solo representan en torno al 20% de esta industria. El reto es lograr seguir creciendo sin que las nuevas oportunidades profesionales agranden aún más la brecha salarial de género.

Actualmente, el sueldo medio es las mueres es un 20,9% menor que el de sus compañeros varones, según CCOO. No es algo nuevo. Las empresas lo saben, los candidatos lo saben y los estudiantes, también. Todos esperan que esta brecha vaya desapareciendo poco a poco, pero los datos no son tan esperanzadores. ¿El problema? Los conocidos como empleos del futuro, aquellos con más demanda en la actualidad, tienen una mayor presencia masculina, por lo que la brecha podría no solo no ir disminuyendo en el futuro, sino todo lo contrario, ir ensanchándose.

La realidad es que la situación no va a corregirse por sí sola. En el informe que acaba de publicar LinkedIn con los empleos en auge en 2024 se observa que solo el 35% de las personas que ocupan actualmente estos perfiles son mujeres, mientras que los hombres representan el 65% restante. Si confiamos en que, poco a poco, se fuera llegando a un punto de equilibrio, debería haber un contrapeso en los nuevos fichajes que, por el momento, no se está dando. Al contrario, las contrataciones prácticamente perpetúan esta brecha, pues, según el citado estudio, de las nuevas incorporaciones que se dieron en 2023, solo el 36% fueron mujeres, un porcentaje casi idéntico al de las empleadas actuales.

Los datos muestran que aún hay mucho camino por recorrer. No obstante, no todos los sectores están en el mismo punto, algunos cuentan con contextos mucho más equilibrados en cuanto a lo que el género se refiere. Es el caso de las ventas (47% de mujeres) o los departamentos de crecimiento (47%). Otros, como son la experiencia de empleado (71%), el marketing (60%) o la sostenibilidad (64%), cuentan incluso con una mayor presencia femenina.

En el lado contrario de la tabla, la privacidad de datos (12%) y inteligencia artificial (15%) son los sectores que deberían pisar el acelerador de la igualdad, pues están renunciando a la mitad del talento y precisamente son industrias que no se lo pueden permitir, pues los expertos insisten en que faltan profesionales que se dediquen a ello. De hecho, aseguran que tres de cada diez ofertas de empleo se quedarán sin cubrir precisamente debido a la carencia de perfiles que tengan estos conocimientos.

Para la especialista en bienestar laboral Dolores Rico Garcia, esto sucede por varias causas, que van desde a los estereotipos de género, que se inculcan desde la infancia e influyen en las elecciones educativas y profesionales, a la falta de referentes femeninos y la nula o escasa visibilidad de los mismos. Pero también las empresas pueden ponerse las pilas en este sentido: "La cultura organizacional en muchos casos no es inclusiva y la presencia de sesgos de género puede afectar a la retención y el avance de las mujeres en carreras STEM, contribuyendo a la falta de representación".

Tendemos a pensar que en las cosas nuevas no vamos a repetir los errores del pasado, pero la historia tiende a repetirse. Lo sabe bien la experta en ESG María Díez Arnáiz: "La mayoría de estas profesiones no existía hace 10 años. No hay una herencia que romper o perpetuar, sino que los profesionales que han llegado a ellas lo han hecho desde 0. Y ahí los sesgos se minimizan". No hay que bajar la guardia en ningún momento, tampoco en las ocupaciones que están surgiendo ahora.

Desligarse de estas pautas en todos los puntos del sistema educativo y profesional es vital para seguir dando pasos hacia la igualdad. Ya no se trata solo de un caso de injusticia social, sino que esta disparidad tiene un fuerte impacto a nivel económico y empresarial. Dolores Rico Garcia destaca que, además de afectar al bienestar económico de las mujeres y a su participación plena en la sociedad, la brecha de género repercute en una escasez de diversidad y creatividad. "La falta de diversidad de género en estos campos limita la variedad de perspectivas y enfoques, lo que afecta negativamente a la innovación y la creatividad en el desarrollo de soluciones y tecnologías", expone.

La emprendedora Macarena Quijada Braojos defiende que hay margen para equilibrar la balanza y señala hacia las llamadas habilidades blandas, que considera cruciales para el futuro de la inteligencia artificial. "La comunicación, colaboración y empatía, habilidades que recientes estudios asocian más a las mujeres que a los hombres, están en el punto de mira y como comunicadora veo esto como una oportunidad de oro", apunta. Al fin y al cabo, precisamente las cualidades que nos diferencian de las máquinas serán las más valoradas en el futuro.

Para darle la vuelta a la tortilla y corregir esta brecha, Dolores Rico Garcia propone acciones como promocionar la igualdad de oportunidades desde la educación primaria, eliminando barreras y estereotipos; cambios en la cultura organizacional para generar un ambiente más inclusivo y libre de sesgos; programas de mentoría para mujeres en STEM; políticas de igualdad salarial y auditorias retributivas; medidas de corresponsabilidad, y dar reconocimiento y visibilidad a las mujeres que destaquen en el campo tecnológico.

El amor está en todas partes... también en las oficinas y en los centros de trabajo. Pero esto no siempre se ve con buenos ojos por parte de las empresas: algunas prohíben las relaciones entre empleados y otras obligan a notificarlas a recursos humanos. Pasamos alrededor de ocho horas al día con nuestros compañeros, así que es inevitable que el roce haga surgir los afectos. Los líos en el trabajo pueden tener cierto morbo, pero también son una fuente de conflictos. ¡Te desvelamos las claves en 15 días!

A estas alturas prácticamente todos hemos entendido la importancia de poner el foco en la sostenibilidad. Sin embargo, la información a veces resulta abrumadora y es difícil saber por dónde empezar. En este curso, la directora global de ciencias de la sostenibilidad de Microsoft , Amy Luers , hace un repaso por los términos y conceptos esenciales para ponerse manos a la obra y entender las tres dimensiones de la sostenibilidad (medioambiental, social y económica). ¿Te animas a poner tu granito de arena en el cambio?

• ¿A quién le importa la universidad? Leemos una y otra vez informes en los que se repite que las empresas no valoran los posgrados. Los expertos en recursos humanos insisten en que las habilidades han pasado a ser casi más relevantes que el conocimiento. Pero, entonces, se plantean en El Mundo, ¿a quién le dejamos la universidad? ¿No corremos el peligro de perder una visión universal?
• Más ‘sisis’ que 'ninis', pero más viejos. Se ha hablado hasta el infinito de los ninis, los jóvenes que ni estudian ni trabajan que dieron lugar a ese neologismo, pero son menos frecuentes los análisis sobre los que se han dado en llamar sisis, sus reversos, que se forman y a la vez tienen un empleo de forma simultánea. Según datos del INE recogidos por El Mundo, la cifra de los segundos no para de crecer: ya son 4.006.700 en España, un 56% más que antes de la pandemia. Al contrario que los ninis, los sisis no suelen destacar por su juventud; la mayoría tiene entre 40 y 55 años. El auge de la enseñanza online y el interés por las oposiciones son dos de los fenómenos que explicarían este aumento, que coincide por cierto con un descenso de los ninis: quedan 399.200.
• Así se incumple el registro de jornada. Dice el refrán que hecha la ley, hecha la trampa, pero si hablamos del registro horario la segunda parte del dicho sería en plural, ya que son numerosas las estrategias que utilizan los empresarios para incumplir la normativa que obliga desde 2019 a registrar la jornada de todos sus empleados. Muchos de ellos detallan a El País cómo consiguen sus jefes engañar al sistema, la mayoría de las veces con su colaboración autoimpuesta, ya que a nadie le gusta que le despidan. Firma de horarios falsos -de menos duración que la real- y manipulaciones de registros informáticos son las trampas más citadas, pero hay más. Por si fuera poco, los expertos tienen claro que incumplir la ley sale barato: no sólo es difícil pillar a los empresarios sino que, si lo hacen, las multas son poco cuantiosas.

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✍🏼 Ana Muñoz Vita

🎬 Judith Gutiérrez Salvadó